García-Page, durante su intervención en la firma de un convenio de colaboración entre la Fundación ONCE y el parque de ocio Puy du Fou, ha resaltado que la gente, cuando tiene que reaccionar, "lo hace claramente" y apuesta por un camino "muy troncal" aunque también con matices y sensibilidades.
Tras las elecciones generales, ha señalado, es muy importante que España entre en una fase de donde no se discutan las legitimidades y donde el Gobierno va a tener cuatro años por delante, para dirigir un país que necesita "de relativa estabilidad, razonable certidumbre y de previsibilidad. De eso nos tenemos que felicitar todos", ha dicho.
El presidente castellano-manchego ha indicado que en España hay en la actualidad una amplia gama de partidos nacionalistas, en varias regiones, como el País Vasco, Cataluña, Valencia, Galicia, Andalucía e incluso, ha dicho, Cantabria se hace con un diputado o Coalición Canaria duplica el suyo.
"Al final, lo que decide cada diputado alquilando su apoyo convierte al Congreso en una auténtica cámara territorial", ha manifestado García-Page, quien ha añadido que en Castilla-La Mancha, que no tiene partido regionalista que se presente a las elecciones generales, ese papel regionalista lo tiene que hacer el Gobierno autonómico.
"La región por delante", ha afirmado García-Page, quien ha añadido que, además de defender una idea de España, el país tiene que ser equilibrado en sus desarrollos territoriales y cohesionado.
El presidente castellano-manchego ha apuntado también que la primera exigencia de las instituciones es propiciar escenarios de estabilidad para que se gestione la economía, se genere empleo y para que las organizaciones no estén al pairo de la coyuntura cada tres meses.