En un comunicado remitido este miércoles, el Gobierno regional ha explicado que una tarde de baño en el río Alberche se transformó en una emergencia, al quedar atrapados en una pequeña isleta en el centro del río una madre y su hijo de 12 años, junto con el perro de la familia.
Debido a la subida del caudal y la corriente de las aguas, ambos tuvieron que agarrarse a ramas y troncos que había en la zona, a la espera de que alguien se acercase a ayudar.
En la orilla se encontraba el otro hijo de la mujer, de 8 años, que al ver la situación en la que se encontraban su madre y su hermano llamó al Servicio de Atención y Coordinación de Urgencias y Emergencias de Castilla-La Mancha 1-1-2, dependiente de la Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas.
El pequeño fue siguiendo los pasos indicados por el operador del 1-1-2 que atendió su llamada, con el fin de evaluar el alcance del incidente y de localizar el lugar donde estaba ocurriendo el suceso.
Además, la llamada fue transferida al jefe de la Sala de Coordinación del 1-1-2, que indicó al niño cómo enviar mediante el teléfono móvil su ubicación exacta, para guiar a los medios de rescate.
Finalmente, unos bañistas lograron sacar al niño de 12 años y a su perro y la madre fue rescatada después por una dotación del Consorcio Provincial de Bomberos, pertenecientes al parque de Santa Olalla.
El Gobierno regional ha subrayado que la positiva resolución de este caso pone de manifiesto la necesidad de continuar con el trabajo de difusión del teléfono único de emergencias 1-1-2 entre la población escolar, que lleva a cabo el Servicio de Atención y Coordinación de Urgencias y Emergencias 1-1-2, en los colegios de Castilla-La Mancha.