En los siete registros se han incautado casi un kilo de cocaína y otras sustancias estupefacientes así como utensilios para su manipulación, más de 10.000 euros y tres vehículos, ha informado la Policía en nota de prensa.
En el registro de una finca de la localidad de Chinchón se intervinieron 223 gallos utilizados para peleas ilegales los cuales se llegaban a vender por unos 10.000 euros además de productos químicos utilizados para su crianza.
La investigación se inició en el mes de abril del pasado año, cuando los agentes tuvieron conocimiento de que en Logroño existía un punto de venta de cocaína. Tras varias averiguaciones se pudo determinar que la droga procedía de la ciudad de Madrid iniciándose una operación simultánea.
DESMANTELAMIENTO DE LA ORGANIZACIÓN
La organización criminal se componía de tres grupos. Uno de ellos tenía su central de operaciones en un domicilio de la localidad de Logroño donde vivía el líder y desde donde vendía las sustancias estupefacientes.
A su vez, organizaba la entrega de la sustancias a través de sus compinches, bien dentro del piso o bien llevándosela al cliente a su propio domicilio. Los agentes constataron que se trataba de un proveedor de cocaína de gran actividad en la ciudad.
Debido al volumen diario de compradores, era necesaria una contabilidad exhaustiva de todos sus pagos y cobros, sirviéndose en La Rioja de seis varones y dos mujeres, los cuales actuaban como colaboradores, con funciones administrativas y de distribución de las sustancias a los consumidores finales.
DISTRIBUÍAN EL ESTUPEFACIENTE TAMBIÉN BARES
En el entramado asentado en La Rioja, otro de los grupos estaba liderado por un hombre que se surtía del mismo suministrador ubicado en Madrid y que distribuía la droga tanto en su propio domicilio como en bares. Realizaba una doble función, una de distribuidor final de la droga, y otra de intermediario en su distribución a colaboradores que la vendían a consumidores finales.
En el escalón superior se encontraba un varón como nexo de unión entre el anterior grupo organizado y el suministrador principal, el cual tenía su sede en Madrid. Distribuía el estupefaciente tanto a La Rioja como a Logroño e incluso disponía de distribuidores en Toledo y El Casar (Guadalajara).
Debido a la mala calidad de la droga y ante los problemas económicos por impago de deudas también compraban droga a un matrimonio con domicilio en Madrid, los cuales contaban también con otro varón que actuaba como vendedor de las sustancias.
Dada la situación de pandemia, la organización criminal se valía de éste último varón, que en sus funciones de transportista de paquetes, llevaba la droga a las diferentes ciudades aprovechando las horas nocturnas y llegando a realizar durante un año dos viajes semanales.
El suministrador principal del entramado es un varón, de 42 años de edad, de nacionalidad Dominicana, con domicilio en Chinchón (Madrid), siendo la persona situada en el escalón más alto de todo el grupo organizado dedicado al tráfico de droga.
CRIANZA DE GALLOS DE PELEA
En el transcurso de la investigación detectaron que existía una finca en Chinchón donde se dedicaban a la crianza de gallos para su utilización en peleas ilegales. Así en el registro efectuado incautaron 223 gallos, además de numerosos productos químicos usados para su crianza.
Alguno de estos animales llegan a alcanzar un valor en el mercado negro de hasta 10.000 euros. En ese momento fue detenido el jefe de todo este entramado y el principal suministrador de la droga, así como su pareja y el cuidador de la finca.
Finalmente, el pasado día 20, se realizaron siete entradas y registros en inmuebles situados en las localidades riojanas de Logroño y Lardero, y en las madrileñas de la ciudad de Madrid y Chinchón. Se detuvieron a 15 personas como presuntos responsables de los delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas, y maltrato animal.
Además se intervinieron casi un kilo de cocaína, más de medio kilo de drogas como MDMA y marihuana, un kilo y medio de sustancias de corte, siete balanzas y otros utensilios para la manipulación del estupefaciente, más de 23.000 euros y tres vehículos.