Para el sindicato, la existencia de 125.000 castellano-manchegos que ya no perciben ninguna prestación por desempleo o 90.000 familias que tienen a todos sus miembros en paro "son datos elocuentes a la par que dramáticos", según ha informado en un comunicado.
CSI.F ha denunciado que muchos de los trabajadores de la región, especialmente de Toledo, emigran a otras provincias españolas "por motivos puramente laborales". Además, ha advertido de que "mayoritariamente son jóvenes y profesionales entre los 25 y los 34 años".
El sindicato ha señalado que la región tuvo un saldo negativo de 16.443 profesionales en los primeros tres meses del año y que, desde 2010, más de 70.000 personas han tenido que marcharse de Castilla-La Mancha buscando un puesto de trabajo.
CSI.F ha valorado los datos positivos sobre el paro en los últimos meses pero ha pedido "no dejarse deslumbrar" y considerar como "muy negativos" fenómenos importantes como la temporalidad, la precariedad o el descenso de la población activa.