El Premio Altozano 2025 fue otorgado a los Miguelitos de La Roda en un evento en Madrid, coincidiendo con el centenario de su creador, Manuel Blanco. Julián Blanco recibió el galardón, destacando la importancia del dulce como símbolo de Albacete y la necesidad de proteger su autenticidad mediante la IGP.
Este lunes, la entrega del Premio Altozano 2025 se llevó a cabo en el stand de la Diputación, ubicado en el Recinto Ferial. Este galardón fue otorgado a los Miguelitos de La Roda por la Asociación Cultural Albacete en Madrid, en un evento que coincide con el centenario del nacimiento de su creador, Manuel Blanco López.
Asimismo, ha destacado el trabajo de aquellos que han mantenido viva la receta, mencionando a ‘discípulos’ como Juan José Fernández, quien estuvo presente en el evento. También hizo mención a los seis productores que integran la Asociación, recordando que “es raro ir a cualquier sitio de España sin que te pregunten: ‘¿nos has traído Miguelitos?’”.
El galardón fue recibido por su hijo, Julián Blanco, quien estuvo en compañía de Visitación y de representantes de las diversas firmas productoras que actualmente preservan este símbolo de la repostería provincial. El evento tuvo como anfitrión al presidente provincial, Santi Cabañero, y contó con la presencia del alcalde de La Roda, Juanra Amores, así como de miembros de la Asociación Cultural, liderados por Patricio Morcillo y Emilio Martínez.
Durante el evento, Cabañero expresó su emoción al ver a “tantísimos amigos de los Miguelitos, pero también grandes amigos de la cultura”. Entre los mencionados, citó a Paco Jiménez Carretero, Miguel Lucas, Aurelio Petrel, Jacinto González, Manuel García y Casimiro Ortega. En este contexto, describió a la Asociación Cultural Albacete en Madrid como “nuestros grandes embajadores en la capital de España, capaces de llevar lo mejor de Albacete a Madrid y al conjunto del país, pero también de contarnos qué hacen los albacetenses en la diáspora”.
El presidente de la Diputación expresó un afecto especial hacia la familia Blanco, afirmando que “ha contribuido a que Albacete hoy sea más conocido en el mundo”. Además, resaltó la decisión acertada de la Asociación Cultural al otorgar este año el premio al Miguelito: “Entre todos los grandes productos de esta tierra —como el queso manchego, el cordero, el vino, y tantos otros…—, probablemente el más conocido sea el Miguelito, y eso son palabras mayores que, sin Manuel Blanco, no hubiesen ocurrido”.
Cabañero ha enfatizado también la importancia de progresar en la Indicación Geográfica Protegida (IGP). “Si no es de La Roda, no es Miguelito; será otra cosa, pero no Miguelito de La Roda. Y vamos a colaborar con el Ayuntamiento y con los productores para que esa IGP se implemente lo más pronto posible”, ha declarado.
Emilio Martínez de ACAM ha contextualizado el premio al evocar la figura de Manuel Blanco, quien “no llegó a ver el ‘boom’ nacional de los Miguelitos”. Además, ha subrayado que “están de moda” y representan un símbolo de Albacete en todo el territorio español.
En conclusión, se ha expresado su reconocimiento tanto a la Asociación Cultural Albacete en Madrid, “por el acierto un año más al reconocer a nuestros grandes embajadores”, como a la familia Blanco y a todos los productores que preservan esta tradición: “el Miguelito es hoy probablemente uno de los más grandes embajadores de Albacete y estoy seguro de que vamos a poder seguir disfrutándolo muchos años más”.
El encargado de introducir un toque cultural que “ha endulzado” el evento ha sido el propio Martínez. Durante la ceremonia, Paco Jiménez Carretero recitó un poema de su autoría y otro del poeta Manuel Cortijo Rodríguez, donde se celebró al Miguelito como “flor y bandera de La Roda”. Esta metáfora simboliza una identidad compartida y un placer sencillo que nos representa “allá donde va”.
Patricio Morcillo, quien ocupa el cargo de presidente de ACAM, ha expresado su agradecimiento por el apoyo incondicional de la Diputación. En su intervención, ha detallado la misión de la Asociación, que consiste en ser un punto de encuentro para la diáspora y en promover la cultura albacetense en Madrid. Asimismo, ha destacado la importancia de Manuel Blanco como un innovador, enfatizando que “las grandes ideas pueden surgir en cualquier lugar” y señalando al Miguelito como un claro ejemplo de innovación con una notable capacidad para difundir.
Visitación y Julián Blanco, representando a la familia, expresaron su agradecimiento por el reconocimiento “al trabajo, la ilusión y el buen hacer” de su padre. Además, compartieron memorias del obrador familiar, subrayando la emoción que sienten al ver hoy su legado transformado en un símbolo.
Juan José Fernández, un confitero que se considera ‘discípulo’ de Manuel Blanco, ha destacado la importancia de mantener la tradición artesanal en la elaboración de dulces y se siente orgulloso de haber “esparcido” su fama a lo largo de toda España.
El alcalde de La Roda, Juanra Amores, ha reafirmado con convicción la autenticidad del producto: “Si no se elabora en La Roda, no es Miguelito”, enfatizando así el compromiso del municipio en contra de las copias y a favor de la IGP. Además, destacó la importancia de los productores locales como garantes de la calidad del producto.
Cada año, el Premio Altozano distingue a realidades o símbolos significativos de la provincia, gracias al apoyo de la diáspora albacetense en Madrid, que cuenta con una trayectoria de más de siete décadas. En ediciones anteriores, han sido galardonados diversos elementos representativos como la Feria de Albacete, la tradición cuchillera, la tradición taurina, el Albacete Balompié, el Cotolengo, Asprona, la Base Aérea de Los Llanos, la revista Barcarola, y el Jardín Botánico. El año pasado, se premió a la Hermandad de Donantes de Sangre.
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