El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha ha instalado un sistema de monitorización continua de temperaturas en el Servicio de Farmacia de Villarrobledo, con 16 sensores que reportan datos en tiempo real. Esto automatiza el control de temperaturas, mejorando la seguridad y eficacia de los medicamentos almacenados.
El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha ha implementado un Sistema de Monitorización continua de Temperaturas en el Servicio de Farmacia de la Gerencia de Atención Integrada de Villarrobledo.
El nuevo dispositivo técnico cuenta con 16 sensores de temperatura, los cuales han sido ubicados en todos los almacenes del Servicio de Farmacia. Estos sensores se encuentran en los almacenes que mantienen temperatura ambiente, así como en las neveras, cámaras frigoríficas, el congelador y el ultracongelador.
La información de todos los sensores se reporta a un servidor central, el cual está completamente integrado. Este servidor puede ser accedido en línea desde cualquier ordenador del centro sanitario, y también se encuentra disponible en dos puntos de control físicos.
El dispositivo ofrece la capacidad de proporcionar datos visuales sobre la temperatura en tiempo real, registrando información cada dos minutos de todos los equipos. Además, cuenta con un sistema de alarma que incluye señales sonoras y luminosas.
Según lo expuesto por Ana Isabel Fernández, quien se encarga del Servicio de Farmacia en el Hospital General de Villarrobledo, este avance tecnológico tiene como finalidad “automatizar el proceso de control y monitorización de temperaturas de todos los almacenes y equipos que contienen medicamentos del servicio”.
Hasta ahora, las temperaturas de los medicamentos se registraban manualmente, en momentos específicos, por parte del equipo de Farmacia y el de Mantenimiento. En este sentido, la labor del Servicio de Mantenimiento de la Gerencia de Atención Integrada de Villarrobledo ha sido crucial para la implementación de este nuevo sistema.
Se implementa una medida que refuerza la seguridad del paciente. Una de las funciones esenciales del Servicio de Farmacia consiste en garantizar que se cumplan las condiciones adecuadas para el almacenamiento y la conservación de las materias primas y los medicamentos. “Esto es importante porque desviaciones de temperatura del rango requerido en las zonas de almacenamiento pueden no sólo reducir la eficacia de los medicamentos, sino también comprometer su seguridad”, ha explicado Fernández.
El control rápido de temperaturas es fundamental para garantizar la calidad de los medicamentos en todo momento. Esta acción resulta esencial en los centros sanitarios. Por ejemplo, en el Hospital de Villarrobledo, se maneja un considerable volumen de fármacos, ya que se brinda atención a pacientes en urgencias, a aquellos que están hospitalizados, así como a los pacientes ambulatorios del Hospital de Día y a los externos que requieren medicación hospitalaria y servicios de centros de salud.
En conclusión, la profesional ha afirmado: “la automatización del proceso de control de temperaturas nos permite conseguir una monitorización continua de temperaturas y esto nos posibilita detectar cualquier incidencia o desviación de temperatura al instante y así poder actuar para corregirla más rápidamente”.