Los hechos ocurrieron en la tarde del 26 de septiembre de 2013, cuando el acusado fue a visitar a su hermano a la prisión y le fueron incautados 340 comprimidos --67.58 miligramos en total de Alprazolam--, un medicamento para superar los estados de angustia, y 28,07 gramos de resina de cannabis.
El acusado ha señalado, en su declaración, que su hermano, que en principio iba a salir con un permiso carcelario al poco tiempo, le había dicho que, si no le llevaba la droga, la hacía responsable de lo que él pudiera hacer en la cárcel y le amenazó con quemarle la casa en la que residía.
También ha dicho que él y algún familiar cercano habían recibido amenazas de una familia gitana con la que su hermano había mantenido una reyerta.
El hermano, que cumple 16 años de prisión por un intento de homicidio en Jumilla (Murcia), de donde son originarios, en la referida reyerta, ha asumido la responsabilidad y ha reconocido que pidió la droga a su hermano y que le amenazó.
En sus conclusiones finales, la fiscal, que ha mantenido su petición de ocho años de cárcel y 4.879 euros de multa, ha considerado exculpatoria del hermano no se podía tener en cuenta dado que lo único que buscaba era reducir la prisión a imponer dado que él permanecerá todavía varios años en la cárcel.
Por su lado, el abogado de la defensa, considera que el miedo que tenía el acusado y que le obligó a llevar la droga era real y ha dicho que la petición de pena de la Fiscalía era "desproporcionada" y que no cumplía con lo que fija la legislación española, dado que la reinserción del procesado, por su edad, 60 años, sería prácticamente, imposible.