En la mañana de hoy, el Delegado de Gobierno en Castilla-La Mancha, Manuel González Ramos acompañado del General Jefe de la II Zona de la Guardia Civil de Castilla La-Mancha D.Manuel Llamas Fernández han dado a conocer una importante operación policial llevada a cabo por la Comandancia de la Guardia Civil de Albacete.
En esta operación, denominada “Merín”, la Guardia Civil ha detenido en Albacete a 17 personas que integraban una organización criminal dedicada a la trata de seres humanos con fines de explotación laboral. Se les atribuye la presunta autoría de los delitos de trata de seres humanos con fines de explotación laboral, contra el derecho de los trabajadores, amenazas, lesiones, falsificación documental, usurpación de estado civil, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal.
El grupo criminal era dirigido por un reducido clan familiar, formado por el gerente de la empresa de trabajo temporal, su mujer y su hijo, junto a otras catorce personas encargadas de captación de las víctimas y control de éstas en las explotaciones agrícolas.
En los cuatro registros realizados, la Guardia Civil ha incautado numerosa documentación falsificada, 9.000 euros en efectivo, tres vehículos de alta gama, valorados en 200.00 euros, varios ordenadores portátiles, resultando bloqueadas nueve cuentas bancarias por un importe superior a los 100.000 euros, así como la enajenación de tres inmuebles, adquiridos por la organización criminal, fruto de las ganancias obtenidas de forma ilícita.
La organización captaba a personas extranjeras que carecían de permiso de trabajo y les daban una falsa identidad de cara a las inspecciones laborales. El clan familiar ofertaba puestos de trabajo en tareas agrícolas ofreciendo unas remuneraciones que posteriormente no abonaban a los trabajadores.
Además, les cobraban conceptos desorbitados por el traslado desde su lugar de origen, por el alojamiento y la manutención, por el traslado hasta el lugar de trabajo o por distintas gestiones administrativas. Estas deducciones generaban una deuda con la empresa que superaba el importe del salario diario.
Las jornadas de trabajo se prolongaban hasta 14 horas diarias, durante las cuales apenas tenían descansos ni acceso a unos aseos. Los trabajadores percibían una mínima cuantía, únicamente para la mera subsistencia y para el pago de unas viviendas precarias que la organización disponía. Las víctimas eran amenazadas e incluso agredidas en caso de negarse a acudir a sus puestos de trabajo.
Durante la fase de explotación de la operación se llevo a cabo una inspección laboral conjunta entre la Guardia Civil y los Servicios de Inspección Trabajo y Seguridad Social de Albacete, enmarcada en el convenio de colaboración entre el Ministerio de Empleo y Seguridad Social y el Ministerio del Interior sobre coordinación entre la Inspección de Trabajo y Seguridad Social y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en materia de lucha contra el empleo irregular y el fraude a la Seguridad Social.
La operación ha sido posible gracias a la colaboración entre la Guardia Civil y la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de Albacete. Asimismo, han intervenido en las actuaciones, guardias civiles del Equipo ROCA de La Roda y de la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC) de la Comandancia albacetense.
Las diligencias instruidas por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Albacete han sido dirigidas por el Juzgado de Instrucción Nº 1 de la localidad albacetense de La Roda.