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Cómo superar la disfunción eréctil

Cómo superar la disfunción eréctil

miércoles 30 de enero de 2019, 18:59h

La incapacidad que persiste para mantener o conseguir una erección y lograr una satisfactoria relación sexual es la patología médica que se conoce como disfunción eréctil o impotencia sexual. No es lo mismo que la ausencia de eyaculación, la eyaculación precoz o la retrasada, son alteraciones de la eyaculación, no debe confundirse con falta de deseo.

La disfunción es una enfermedad frecuente y si no se trata a su debido tiempo, causa problemas delicados con la pareja, en el entorno social y laboral y hasta con la familia. Es importante acudir a un especialista urólogo o a un psicólogo especializado en temas sexuales y de impotencia o disfunción.

¿Qué causa la impotencia sexual?

Cualquier hombre puede tener algún problema de erección en su vida, cuando los agota el cansancio, sufren una grave enfermedad, tienen un estrés agudo o se encuentran bajo el efecto de drogas o alcohol, pero estos son casos aislados. El síntoma inequívoco es un cambio drástico en la calidad y tiempo de la erección, refiriéndonos a la rigidez o a la capacidad de mantenerla y llegar al clímax.

Las revisiones médicas y psicológicas son necesarias para emitir un correcto diagnóstico y se pueda establecer una completa historia clínica. Mediante una entrevista se descubren factores que pueden influir en el trastorno de la erección, como lo son la depresión y las relaciones personales con la pareja, como conflictos o problemas de comunicación. Actualmente hay varios test que ayudan a establecer un diagnóstico, como el SHIM (Índice de salud sexual para el varón) y el IIEF (Índice Internacional de la Función Eréctil)

Se habla de disfunción cuando el problema es persistente y es causado por diversas razones:

Causas psicológicas: cuando el pene, en sí, no presenta ningún tipo de alteración física. El miedo a no conseguir una erección y defraudar a la pareja crea una ansiedad, que puede volverse persistente, problemas agudos con la pareja o sufrir de depresión muy intensa puede crear disfunción. Los reflejos también pueden verse afectados por el insomnio o la fatiga extrema. La ayuda por parte de un psicólogo es recomendable para hombres que tienen menos de 40 años, pues en casi todos los casos, la disfunción suele ser psicológica, incluyendo algunos casos de disfunción eréctil por determinado problema físico. La autoestima se ve sumamente afectada por esta enfermedad y para poder superarlos siempre es efectiva la ayuda de un profesional.

Vasculares: En hombres de más de 50 años, las causas vasculares se sitúan en primer lugar, daños en los nervios o arterias, enfermedades neurológicas o diabetes, hipertensión arterial, aumento en los niveles del colesterol malo y algunas afecciones cardíacas, pueden hacer difícil la erección.

Farmacológicas: hay medicamentos que producen como efecto secundario una disminución en la capacidad de lograr una erección. Algunos tratamientos para los problemas cardíacos, los trastornos de psiquiatría y la hipertensión.

Combatir y vencer los problemas de erección

Según la Sociedad Europea de Urología y su filial americana, los agentes que inhiben la fosfodiesterasa tipo 5 son los que hay que tomar más en cuenta para tratar la impotencia o disfunción eréctil y el sildenafilo se encuentra en la primera línea de los recomendados. Se conoce popularmente como Viagra - está comercializado bajo ese nombre - y se toma por vía oral, actúa en forma directa sobre el músculo liso del pene, aumentando la afluencia de sangre, desapareciendo por unas horas los trastornos eréctiles y permitiendo una relación sexual satisfactoria.

Al menos una hora antes de comenzar la actividad sexual, debe ingerirse y su efecto dura usualmente unas 5 horas. En algunos metabolismos puede causar efectos secundarios como trastornos gastrointestinales o de la vista, sofocos y dolor de cabeza. Está contraindicado para hombres que estén en tratamiento de nitratos y tampoco los que sufren de retinitis pigmentosa.

Su efecto puede cambiar en personas que consumen alimentos muy ricos en grasas. Es un tratamiento a muy corto plazo y en ningún caso sustituye el diagnóstico y la atención de parte de un médico. Si bien, permite batallar eficazmente contra el trauma de la impotencia, su principio activo se encuentra limitado en el tiempo.

Las dosis y su precio

100 miligramos (la máxima que está disponible) – 4 pastillas 81,25 €

50 miligramos (la más común) – 4 pastillas 81,25 €

25 miligramos (pacientes con historia médica) – 4 pastillas - 82,25 €

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