Según recoge el escrito de acusación de la Fiscalía, al que ha tenido acceso Europa Press, aproximadamente desde el año 1997, el acusado desempeñó funciones de agente comercial para una empresa de harinas que suministraba a panaderías y confiterías.
El acusado visitaba a los clientes, les ofrecía los productos de la empresa, recibía pedidos y, una vez suministrada la harina a los clientes, se encargaba del cobro del precio de la harina vendida, que los clientes habitualmente le abonaban en metálico contra entrega de factura o albarán y él entonces transfería las cantidades a la cuenta de la empresa, deduciéndose su comisión.
Aproximadamente desde el mes de noviembre de 2006, J.R.R., con ánimo de obtener un lucro ilícito, en lugar de transferir a la empresa la totalidad de las cantidades cobradas, empezó a quedarse con una parte, algo que hizo de forma continuada hasta agosto de 2009.
En esa fecha, la empresa, ante las irregularidades detectadas, dejó de remitir al acusado facturas para su cobro. Durante ese periodo, el acusado se apropió de, al menos, la cantidad de 113.000 euros.