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Un país de ‘tontos ilustrados’

Por Marino Martínez
lunes 22 de abril de 2019, 13:10h

Tenemos elecciones cerca y siempre he pensado que los políticos están en su papel, dicen lo que quieren o lo que suponen que la gente quiere escuchar.

Me parece lícito por parte de los políticos que quieran arrancar votos, que digan lo que la gente quiere escuchar. Es su trabajo, su modo de vida, lo suyo es decir todo lo que les quieran ‘comprar’ los que les deben votar. Está bien, dentro de lo que conocemos como políticos en España y seguramente en cualquier parte.

Es cierto que igual a muchos nos gustaría que los políticos se dedicaran a gobernar, a dar soluciones a nuestros problemas, que nos gobernaran, que para eso les damos nuestro voto. Sería hasta deseable que fueran capaces de decirnos cosas que no nos gustan si eso mejorara nuestro país, su economía y sus servicios.

No vamos a echar la culpa siempre a los políticos, lo cierto es que si se comportan así debe ser porque saben que las personas que les escuchan solo quieren oír lo que les interesa y que si dicen lo que realmente pueden hacer o deben hacer muchos no les votarían.

Por tanto, estamos en que unos nos mienten a sabiendas porque queremos escuchar las mentiras, no hay más.

Digo, me parece hasta normal esto de los políticos y de sus electores. Hay algo que no entiendo, que los periodistas (esos seres ‘superiores’ que vemos en las tertulias de televisiones y escuchamos en las radios) nos ‘laven’ la imagen de los políticos, nos quieran confundir, mientan descaradamente y a sabiendas. El periodismo, que debería servir como contrapunto a la política, que debería servir para informar y decir la verdad, hoy, desgraciadamente, se dedica a hacer política. No diré que ni de derechas ni de izquierda, ni de centro, ni de blancos, ni negros, rojos, verdes o azules, independentistas, nacionalistas, etc. Simplemente cada uno hace su campaña, dudo hasta que sea pagada en muchos casos.

Siento vergüenza de esta profesión, la tengo desde hace ya mucho tiempo. El periodismo en España desde hace décadas no es objetivo, ni lo son las empresas que son las dueñas de los medios y mucho menos lo son los periodistas. Salvo excepciones muy honrosas, son ‘tontos ilustrados’, seres que se entienden superiores a los demás, que dan lecciones de su verdad y lo vemos cada día en unas televisiones que dan asquito.

Es más, ahora voy comprendiendo más la razón por la que la gente ha dejado de ver estas tertulias y estas ‘mierdas’ y prefiere ver cosas que si preguntamos en la calle nos dirían “eso yo no lo veo jamás” y luego resulta que son los programas que más se ven en televisión. Lo entiendo, de verdad.

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