El PP de Castilla-La Mancha intenta salir de una crisis en la que está inmerso desde las elecciones generales, agravado en las municipales y especialmente tras la constitución de los ayuntamientos con el pacto entre PSOE y Ciudadanos.
Ya no se esconde que Paco Núñez ha perdido buena parte del respaldo que tenía. Es normal cuando los resultados no van bien, casi nadie hace autocrítica y siempre se mira a los dirigentes.
En este caso además resulta que Paco Núñez llegó a la presidencia del PP regional tras la dimisión de María Dolores Cospedal y con el apoyo implícito de la exdirigente del PP. Nadie duda de que el apoyo de Cospedal fue esencial para su victoria, por eso muchos de los que le apoyaron no entendieron como Núñez dio la espalda a Cospedal cuando la albaceteña tuvo que dimitir de sus cargos nacionales. Núñez no tuvo reparos en ‘olvidarse’ de Cospedal y ni la mencionaba en actos ni en reuniones. Es posible que para mucha gente Cospedal en Castilla-La Mancha dejara un mal recuerdo, pero no es menos cierto que para mucha gente del PP el nombre de Cospedal despierta admiración. Ya no sentó nada bien en la gente del PP que olvidara a Cospedal y menos lo que ha pasado después.
Las elecciones generales dejaron claro que el PP había perdido apoyo en toda España pero en Castilla-La Mancha todavía fue más evidente. Núñez no hizo autocrítica, más bien al contrario, en algunas declaraciones parecía ‘echar’ la culpa a Pablo Casado y el liderazgo nacional.
Llegaron las regionales y fue la puntilla para Paco Núñez en cuanto a resultados electorales. En la región unos resultados ridículos que además permitían al PSOE la mayoría absoluta. En muchas poblaciones sus alcaldes o candidatos resistían como podían, mejorando los resultados regionales pero sin poder gobernar.
Si a Núñez le quedaba algo de credibilidad en sus filas ésta se esfumó con el tema de los pactos. Mientras Casado y los líderes regionales de toda España han sido capaces de pactar con Ciudadanos para gobiernos regionales y municipios, en Castilla-La Mancha los de Ciudadanos se aliaron con el PSOE y lo hicieron, “especialmente” por el mínimo carisma y “poder político” de Núñez. Esto es lo que piensan miles de electores del PP y muchos de sus dirigentes, que sumidos en su ‘pena’ por no gobernar, no han sido todavía capaces de levantar la voz en público, que sí en privado.
Dos políticos de la talla de Manuel Serrano y Francisco Cañizares se han quedado sin las alcaldías de Albacete y Ciudad Real por el pacto PSOE-Ciudadanos y eso es algo que mucha gente del PP no perdona ni perdonará a Núñez, que ha sido un dirigente “gris y triste” (nos dicen), “no ha existido, no se enteró de que había que pactar hasta que los otros anunciaron el suyo y entonces ya era tarde”, apuntan desde su partido.
“Núñez no ha sabido dialogar y llegar a acuerdos y nos ha dejado en la cuneta”. Una frase de un cargo electo del PP en Castilla-La Mancha que resume en sentir de mucha gente.
Se pide y se pedirá con más fuerza en un futuro próximo la dimisión inmediata de Paco Núñez como presidente regional y la celebración de un congreso extraordinario para buscar sucesor, eso sí, sin que el de Almansa se presente, porque se le quiere directamente apartar. Algunos abogan también por evitar que sea la voz y la cara del PP en las Cortes de Castilla-La Mancha al entender que les hará más daño que bien.
La duda ahora es saber si todo esto que nos dicen en privado serán capaces muchos cargos electos, muchos dirigentes locales y muchos militantes de decirlo en público. Si no lo hacen será Núñez el que siga mandando y dando esa “imagen pobre que da el PP en Castilla-La Mancha”, nos repiten.
El tiempo dirá.
Si (
No(
