Y, precisamente, dando importancia a la figura de Bernadette Soubirous hemos querido que el motivo central de la alfombra sea precisamente ella, con su sencillez y humildad. Para ello se ha recreado en serrín una de las fotografías de la época que de ella existen.
Este cuadro, se ha querido enmarcar con aros que llenan por completo el descansillo circular y central de la escalinata de la Catedral de San Juan Bautista de Albacete. Los aros conjugan los tonos azules y el dorado:
El tono dorado simboliza, curiosamente, la sencillez y la humildad. Porque son, hoy en día, unas cualidades muy valiosas y muy escasas, como el oro.
Los tonos azules simbolizan el agua que brotó del agujero que la propia Bernardita excavó con sus manos a instancias de Nuestra Señora de Lourdes, símbolo también de la pureza de la Inmaculada Concepción de la Virgen María.
Esos tonos azules, como el agua del manantial, se derrama en 5 brazos a través de la escalinata como si de pétalos de una flor se tratara, configurándose el brazo central de mayores dimensiones, como el manto típico de la Virgen María, en fondo azul oscuro y ornamentos dorados. Y dicho manto sirve a su vez como una alfombra que recibirá las reliquias de Santa Bernardita a través de la escalinata que da acceso a la catedral.