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¿Qué es la Inspección Técnica de Edificios?

lunes 25 de noviembre de 2019, 16:50h
La ITE (Inspección Técnica de Edificios) rige desde 2011 para más de treinta municipios de España. Este control técnico preventivo sirve para controlar el estado de las construcciones y las condiciones de seguridad en las que viven millones de personas cada día.

A la vez, este informe vale para estar alerta de las deficiencias que un edificio presenta, y las prioridades a la hora de encarar reformas estructurales. Con la ITE, propietarios e inquilinos, si los hay, pueden estar al tanto del estado real del edificio en el que invirtieron o residen.

Según estipula el Real Decreto-ley 8/2011, cada ordenanza municipal determinará la antigüedad que deben tener los edificios que requieran ser evaluados por este examen obligatorio.

Si el inmueble del que eres propietario debe ser inspeccionado en este año, acercamos a continuación una guía acerca de cómo lograr pasar con éxito una Inspección Técnica de Edificios.

Estar pendientes de la fecha obligatoria para realizar la inspección: la misma varía según el municipio.
Elegir un técnico adecuado: como se trata de una evaluación subjetiva, el análisis dependerá de la persona que evalúe, sus condiciones y su rigurosidad. Para ello, hay que obtener asesoramiento acerca de la experiencia y la idoneidad del técnico a contratar. Una mala praxis profesional, además, podría tener consecuencias para los propietarios.
Tomar documentación técnica y registro fotográfico de la evaluación: debe quedar constancia de cómo se realizó la inspección.
Prestar atención al precio: como esta normativa es obligatoria, muchos encuentran la oportunidad de aprovecharse a sabiendas de que hay poco margen para decir "no". Pero, ¡cuidado!, tampoco hay que fiarse de una ITE demasiado barata, ya que los controles pueden ser deficientes.
Si el acta indica que debe haber obras, aprovechar el momento para introducir medidas de mayor eficiencia. De esa forma, el costo se amortiza y se evita tener que realizar otra construcción a futuro por un motivo que, tarde o temprano, lo exigirá.
Asegurar que el examen técnico registre el estado estructural, de la fachada interior y exterior, las cubiertas y azoteas, así como las condiciones de saneamiento y estado de los caños o las condiciones de accesibilidad para personas con capacidades reducidas.
Adecuar las obras a todas las normativas vigentes. Si bien la ITE es la que obliga a realizar modificaciones edilicias, tampoco debe desaprovecharse la oportunidad dejar el edificio con todas las exigencias gubernamentales para la habilitación de los inmuebles.
Crear una comisión de obras en la Junta de Propietarios: realizar un seguimiento conjunto de las tareas, el presupuesto, la búsqueda de expertos y la discusión de las obras a llevar a cabo en el edificio. Un involucramiento general reducirá el margen de error y ayudará a estar alertas ante cualquier inconveniente.
Ser consciente de la necesidad de realizar obras en el inmueble. La prevención debe ser una tarea para no descuidar ni considerarla una carga. Resulta vital incorporar una conciencia de la necesidad de controlar el mantenimiento del edificio para evitar tragedias menores o mayores.
La ITE muchas veces, por desinformación, provoca dolores de cabeza o alarma entre los ciudadanos. Sin embargo, cuando se obtienen consejos como los anteriores mostrados, los propietarios suelen llegar a la conclusión de que lo mejor que puede pasarles es saber en qué condiciones está su edificio. Como un paciente, nada mejor que un diagnóstico certero y a tiempo para evitar complicaciones futuras.
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