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¿Cómo iniciarse en el trading de materias primas?

jueves 05 de diciembre de 2019, 06:29h
Las distintas sociedades que han habitado el planeta siempre se han aprovechado de todo aquello que la naturaleza les brindaba.

De hecho, los primeros pobladores, en el paleolítico, subsistían gracias a la caridad de la tierra y de los animales que conseguían cazar y que le servían de sustento. Según fue avanzando el tiempo continuaron aprovechándose y aumentando el número de los recursos que esta les ofrecía. Además de comida, también eran útiles diversos materiales para utilizarlos en la caza, en la recolección, actividades agrarias o textiles. Desde tiempos inmemorables las materias primas han sido explotadas tanto para el consumo como para su comercio. Gracias a ellas, todas esas sociedades ancestrales avanzaron y evolucionaron.



En la actualidad, cada día se descubren nuevas propiedades o nuevos usos a los que pueden contribuir.

Muchas de ellas siguen siendo imprescindibles para garantizar nuestra supervivencia y otras hacen posible que tengamos ciertas comodidades que contribuyen a nuestro bienestar. Por estas razones constituyen el motor de la economía de los distintos países, y eso no siempre significa que el país que las proporciona sea el primero beneficiado.

Son bienes que presentan distintos orígenes (vegetal, animal, fósil, mineral) y algunas de ellas son renovables, por lo que resultan muy rentables y beneficiosas porque se pueden extraer ad aeternum. Debido a esto, son un caudal inagotable de riqueza y muy valoradas para las transacciones comerciales. Dado que esto puede resultar interesante y beneficioso para mucha gente que tenga un fácil acceso o que posea alguna de ellas en cantidades ingentes, vamos a dar una serie de indicaciones sobre como comerciar con ellas en línea, lo que se conoce como trading.



Lo primero que hay que tener en cuenta para proceder con su comercialización es, como siempre que se quiera poner un producto en venta, la oferta y la demanda sobre el mismo. Por ello debemos informarnos muy bien sobre estas dos variables en cuanto al producto que queramos ofertar, para así darle un valor adecuado y que resulte atractivo en el mercado.



Aunque algunas de las materias primas más demandadas son el petróleo, el gas, metales preciosos como el oro o la plata, cada vez es más popular el comercio con materias primas de tipo agrícola, como el trigo, café, azúcar, maíz, algodón o productos hortícolas con certificación ecológica, ya que están en auge debido a la tendencia de una alimentación sana que además contribuya a preservar el medio ambiente.



Para poner en marcha nuestro negocio y dedicarnos a la venta de alguno de estos productos podemos hacerlo a través de una página como easyMarkets, web que acumula años de experiencia y numerosos premios y comentarios que avalan su profesionalidad. En ella podemos encontrar las indicaciones y pautas necesarias para dar nuestros primeros pasos en el mundo del trading de materias primas. Además, encontraremos toda la información necesaria sobre los distintos mercados de materias primas, como realizar el proceso si es nuestra primera vez, los horarios de los mercados, las distintas cotizaciones y acciones… En definitiva, todo aquello que podamos necesitar para el proceso, seamos expertos en la materia o estemos introduciéndonos en ese mundo.



El primer punto a considerar es que, exactamente como en un mercado tradicional, el número de opciones sobre las que podemos operar es enorme, pudiendo ser una buena estrategia, en caso de no tener acceso a consejos provenientes de un experto en la materia, centrarse en un número reducido de elementos sobre los que comerciar y de los que podamos tener unos mayores conocimientos. El segundo punto a la hora de realizar transacciones sobre materias primas es conocer las posibles influencias que sobre su valor tengan los eventos que ocurren en el mundo, ya que si queremos realizar inversiones sobre grandes volúmenes de elementos, cosas como variaciones estacionales bruscas del clima (afecta gravemente a los productos agrícolas por ejemplo), tradiciones regionales (como época de bodas en países con poblaciones masivas) o incluso inestabilidades políticas en determinadas zonas pueden hacer que nuestra inversión tenga que ver modificada su orientación en un corto periodo de tiempo.



El tercer punto es que para poder comerciar eficientemente con este tipo de materiales, tenemos que conocer el motivo de su valor. A diferencia de una inversión en acciones de una compañía, el valor de una materia prima viene fijado por aquello en lo que puede ser transformada. Dicho de otro modo, conocer las posibles aplicaciones de una materia prima en un futuro puede provocarnos grandes ganancias si somos capaces de determinar esa necesidad futura cuando está valorada con un importe más bajo. Por último, también hay que tener en cuenta que, al menos inicialmente, el periodo de tiempo necesario para que la inversión que realizamos nos devuelva resultados va a ser menor que en caso de participaciones en una compañía, que van más enfocadas a largo plazo.

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