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Un gobierno fuera de la ley (VI)

Por Miguel Ángel Vicente
miércoles 04 de marzo de 2020, 03:17h

No podemos (del verbo poder, no de la nomenclatura del Partido de Pablito Iglesias) dejar de lado el affaire, que va para serie de Televisión superando los capítulos de Falcon-Crest, conocido con la denominación de “Delcy-gate”, o sea, el protagonizado en el Aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas, por la Vicepresidenta del Gobierno de Venezuela y el hosco (con hache, que la linotipia juega esas malas pasadas), tosco, zafio, maleducado, malhumorado y, en cierto modo, desaseado, Ministro de Transportes del Gobierno de España (o de Venezuela II o Bis, a estas alturas de la película), José-Luis Abalos, alter ego del personaje del Algarrobo, de la serie de bandoleros Curro Jiménez, en el trasiego de la noche del día 20 a la amanecida del día 21 de Enero de este año, encuentro altamente sospechoso, no sólo por el horario en que se dio (no son horas para que un Ministro decente del Gobierno de España deambule, como un fantasma sonámbulo en coche particular, dirigiéndose al citado Aeropuerto, con riesgo de que le roben la cartera como a Sabina), como por el contenido de la visita o la persona a la que iba a rendir pleitesía a tan extraña hora de la medianoche-media-amanecida, con la huera y peregrina excusa de que solamente trataba de saludar al Ministro de Exteriores Venezolano, que acompañaba a la Ducce Delcy, recordando un tanto a aquella estancia del entonces también Ministro de Transportes, José Blanco, alias Pepiño, en horario también intespetivo, en una gasolinera y con la cartera de trabajo entre las manos, todo ello, tanto en un caso, como en el otro, altamente sospechoso, dados los egos de los Ministros Españoles, a los que no hay quien les tosa, y que gozan, en todo caso, recibiendo (o no) a personas, en el despacho del Ministro, pues no es del caso que prohombres de tal alcurnia anden transitando, como unos piojosos más, por las calles y carreteras del país, a fin de despachar los asuntos de su competencia, y ello, aunque sean unos mentecatos, unos incultos que apenas saben leer y escribir, en realidad, unos Don-Nadies, pero llegado el momento del ascenso a tan alto honor ministrable, se echan p´alante y tratan de aparentar una enorme sabiduría y una alta preparación, a todos los niveles, aunque no hacen otra cosa que ratificar ese viejo refrán español, de nuestro clásico refranero, tan certero, como, casi siempre, si no siempre, tan puñetero, del que emanan enseñanzas y verdades como puños: “El traje, no hace al monje”, o ese otro que lo ratifica: “Aunque la mona se vista de seda, mona se queda”. Y es que este tipo de gente, por llamarles educadamente de tal, no son conscientes de que la “clase” no es una cualidad que se adquiera con el tiempo, sino que, paradójicamente y aunque les pese, con la “clase” se nace, y, por tanto, cualquier intento de adquirirla en el mercado, aunque paguen un alto precio, les seguirá delatando el “pelaje” que portan desde su nacimiento.

Pues bien, en este caso, uno más, y bastante grave, por sus ínfulas internacionales, que delatan a este Gobierno comunista-marxista-leninista-estalinista (algún día volveremos, en relación, con ello, en cuanto al porqué se permite y respeta el comunismo, y se vitupera el fascismo, permitiendo el canto de La Internacional, puño en alto, cuando el comunismo en general fue –y sigue siendo- uno de los regímenes más dictatoriales, tiránicos y criminales de la historia pasada y de la historia reciente, siendo patética la propuesta de este actual Gobierno, de criminalizar la exaltación del Franquismo –del que derivan y en cuyas fuentes bebieron muchos de los actuales demócratas de pacotilla y de ocasión, penándolo en el Código Penal, dejando al “rojerío” a que campe a sus anchas, como si sus manos no estuvieran, tan, o más, manchadas de sangre inocente) y que lo ponen en la picota, es este “Delcy-Gate”, que va a dar para un tratado con más tomos que la Enciclopedia Espasa, y que comenzó en el Aeropuerto Madrid-Barajas, para cumplimentar y quién sabe qué otras razones le llevaron a tal lugar, a la Vicepresidenta Venezolana, Delcy-Eloina Rodríguez, y sobre el que se han cimentado una serie de mentiras, con ánimo de justificarlo, a cada cual más increíble y esperpéntica, la mas sintomática la que mana del Pseudo-Doctor Sánchez de que el Ministro evitó un conflicto diplomático, dándole la vuelta como un calcetín al hecho, ante la inanidad y el quietismo de la UE, integrada por unos calzonazos de pro, hasta el punto de que, quizás, la masa cretinizada, a que se refiere regularmente, Juan-Manuel de Prada, crea ya que es una invención de la derecha carca (esa misma, que según Pepe Álvarez, el Secretario General de la UGT, lleva ya un mes largo manifestándose, y lo que te rondaré morena, en tractores por más de media España, y aquí no cabe aquella admonición relacionada con ¡Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, ¡Dios, qué buen vasallo, si oviesse buen señor!) y de las que, a estas alturas de la película, ya se ha perdido la cuenta, pues siguen, erre que erre, saliendo a la luz, como a la luz salen los gusanos de los capullos de seda.

El caso, es que, aplicando otro refrán, de ese refranero español, tan sustancioso, clarividente y tozudo, que alumbra verdades y enseñanzas como puños, “antes se coge a un mentiroso, que a un cojo”, estamos en el punto en que, tanto al Sr. Abalos, como al Presidente del Gobierno, el Pseudo-Doctor-Sánchez, alias Pinochón (un Falcon para él y su señora, y otro para su nariz), por no decir al Gobierno en Pleno, donde también transita el Vicepresidente, a este paso, de todo, Pablito Iglesias, alias el Jorobado de Notre Dame Español, van estando contra la espada y la pared, pues la investigación que ha iniciado la Justicia, que, en principio, ha evitado el borrado de la imágenes grabadas en el Aeropuerto, el día de Autos, van a desmontar toda la patraña y el castillo de naipes, que se han inventado para quitarse de encima este muerto, que ya empieza a oler por descomposición, y que conforme vaya avanzando, hará que se señale con el dedo y se haga recaer todo el peso de este embrollo sobre el Ministro de Transportes, Sr. Abalos, lavándose el resto las manos, como se las lavó Poncio Pilatos en relación con la suerte de Jesucristo tras su prendimiento, más teniendo en cuenta la existencia de esa declaración, bajo la fé pública notarial, del agente de seguridad en funciones de su cargo aquél día-noche, que no sólo, ha desvelado las idas y venidas del Sr. Abalos, campando por las pistas del aeropuerto y la Sala Vip como Pedro por su casa (en aras a la alta alcurnia que debe reconocérsele a un Ministro de este Gobierno de España, por encima del bien y del mal), saltándose todas las normas y controles a la torera, y que ha causado la defenestración del tal empleado, que además, parece dar fe, de ese trasiego de dos carros con cuarenta (o aunque sean veinte), maletas descargadas del avión de la Delcy y transportadas hacia una furgoneta sin destino ni rumbo conocidos y sin pasar por lo preceptivos controles del aeropuerto. Ya el Pseudo-Doctor-Sánchez ha endosado toda la responsabilidad de este affaire a su Ministro de Transportes, del que huirán él y los demás miembros del Gobierno, como el Diablo huye de la Cruz, cuando empiecen a verse las responsabilidades derivadas del mismo, y ya comienza a estar acorralado el Sr. Abalos, por la oposición en Pleno y los medios de comunicación con vergüenza torera, y prueba de ello es que el nerviosismo en su persona ha empezado a hacer mella, como lo demuestran los exabruptos lanzados contra dicha oposición, particularmente el PP, al que recordó el 11-M (que aún está por aclarar, aunque ya lo hayan olvidado) y el Yak-42, exabruptos que demuestran que el venado, como en una cacería, está tocado y probablemente herido de muerte, pues ya no le cabe la camisa en el cuerpo, de refrán en refrán, y tiro porque me toca, como en la oca. Dejemos trabajar a la Justicia.

Por cierto, habría que investigar también qué papel y qué misión tiene el Sr. Rodríguez, José-Luis Rodríguez Zapatero, en este turbio asunto relacionado con Venezuela, dados sus numerosos viajes a Caracas a casi amancebarse con Nicolás Maduro, y por qué el Pseudo-Doctor-Sánchez, alias Pinochón (un falcon para él y su señora y otro para su nariz) ha dado un giro de 180 grados en relación con el reconocimiento de Juan Guaidó, como Presidente Interino o Encargado de Venezuela, y su rebaje a simple Líder la Oposición en tal país latinoamericano, hasta el punto de que no lo recibió en su visita a España, coincidiendo con la ruta europea del Sr. Guaidó, y constando, incluso, el intento de nuestro Presidente, para que en Francia y Alemania, Macron y Merkel, igualmente, no le recibieran, saliéndole el tiro por la culata y demostrando, una vez más, que España, más con estos petimetres, incompetentes y majaderos representantes, no pinta “ná” en el concierto internacional, donde, por regla general, nos toman por el pito del sereno.

Y el inviolable, mientras estos graves sucesos ocurren, dedicado a actualizar el álbum de fotos familiar y a observar cómo levantan el vuelo los flamencos de Doñana, ¡Buenas maneras de arbitrar y moderar!

MIGUEL-ÁNGEL VICENTE MARTINEZ

3 de Marzo de 2.020

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