La Guardia Civil ha desmantelado, con la detención de 32 personas, una organización especializada en robar vehículos en Madrid y Castilla-La Mancha, despiezarlos y vender las partes fuera de España,
a la que se han intervenido 51 coches y numerosas piezas por un valor total de 2,5 millones de euros.
El delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, ha informado de la operación denominada Aros Plata (en relación con los aros que caracterizan la marca Audi) junto al general jefe de la Primera Zona de la Guardia Civil, José Antonio Berrocal, y el teniente coronel jefe del Sector de Tráfico de Madrid, Benito Monzón.
Los arrestados eran expertos en sus cometidos y funcionaban en tentáculos que no se conocían entre sí para evitar ser detenidos en conjunto. Todos eran expertos en sus labores, han subrayado los mandos policiales.
Se trata de ciudadanos españoles, polacos, ucranianos, búlgaros, marroquíes, dominicanos y peruanos de entre 19 y 64 años, todos con antecedentes policiales por hechos similares en España, Francia, Alemania y Polonia.
Estaban liderados por un ciudadano polaco que era ayudado por dos familiares y entre los tres organizaban el robo de vehículos de gama media y alta en Madrid y Toledo y su despiece en España para vender las piezas en otros países de la Unión Europea.
En otros casos vendían los coches íntegros, tras "maquillarlos", a organizaciones criminales que operaban en el sur de España, dedicadas fundamentalmente al tráfico de hachís.
La operación comenzó hace aproximadamente un año tras detectarse envíos de piezas de vehículos que podrían ser ilegales a través de empresas de paquetería y de transportes con sede social en Polonia, han relatado los mandos del instituto armado.
Estos transportes circulaban con documentación falsa emitida por empresas pantalla dedicadas al transporte internacional de mercancías y dirigidas por la cúpula de la organización criminal.
Se realizaban en horas tempranas de días festivos, utilizando vías de gran afluencia como autopistas y autovías y pasando por las fronteras en horario nocturno.
Los coches, de gama media y alta y numerosas marcas y modelos, eran robados en diferentes puntos de Madrid y de Toledo, los dejaban "enfriar" un tiempo para comprobar que los cuerpos y fuerzas de seguridad no los seguían y luego los trasladaban a naves para su despiece.
Los ahora arrestados usaban elementos mecánicos de apertura de última generación para entrar en los coches y una vez dentro conectaban los dispositivos del vehículo a ordenadores para modificar las centralitas y lograr así llevárselos en tiempo récord y casi sin dejar pistas.
Los miembros de la organización criminal tenían órdenes de no parar si se veían sorprendidos en sus acciones delictivas, poniendo en peligro en múltiples ocasiones a los guardias civiles y a los usuarios de la vía.
La operación se desarrolló en colaboración con la Policía Federal Alemana, la policía de la República de Polonia y bajo la coordinación de Europol y ha culminado con las 32 detenciones y la recuperación de 51 coches completos y piezas de otros trescientos, todo ello valorado en más de 2,5 millones de euros.
Se han realizado 22 registros en Madrid capital y las localidades madrileñas de Valdemoro, Parla, Loeches y Velilla de San Antonio, y en las localidades toledanas de Illescas, Casarrubios del Monte, Yuncos, Borox, Numancia de la Sagra y Ocaña.