Esta mañana del domingo ha sido convulsa desde primeras horas en el pabellón del instituto Da Vinci de Albacete, el del barrio San Pedro, donde está acogidas 29 personas sin hogar que están allí confinadas, o eso se suponía, por la pandemia de coronavirus. Cuatro de estas personas han sido trasladadas hoy a los hospitales de Albacete después de confirmarse que al parecer hay al menos dos positivos entre ellas.
Las otras 25 personas han quedado allí, de momento, a la espera de que se les realicen las pruebas pertinentes para saber si también están contagiados o no.
Las dos personas que han dado positivo llevan desde el 25 de marzo en esta instalación del pabellón San Pedro confinadas, por lo que se supone que es posible que su contagio haya sido posterior al inicio del confinamiento, lo que sin duda no dejaría dudas respecto a la pésima gestión que el Ayuntamiento de Albacete ha hecho de este espacio, y también de el de Jorge Juan, donde también hay un buen número de personas sin hogar confinada
La explicación a lo que este diario denomina mala gestión municipal es clara. En un espacio donde hay casi 30 personas sin hogar viviendo, que conviven con trabajadores de acción social, voluntarios, personal de limpieza y de seguridad, no ha habido hermetismo absoluto a la hora de impedir la salida de estas personas, que si bien tenían restringidas algunas salidas sí podían ausentarse durante algún tiempo para sus cuestiones personales. Por ejemplo esta misma sema muchos de ellos que tienen alguna ayuda pública o reciben dinero salían al banco. También han salido a comprar a supermercados cercanos. Todo esto sabiendo las personas que gestionan este espacio que cuando volvía no lo hacían a sus casas, volvían a un espacio donde hay 30 personas conviviendo con ellos de forma muy cercana, más el resto de personal que cuida de ellos y los voluntarios. Por tanto la gestión municipal ha expuesto a muchas personas, comenzando por los indigentes y siguiendo por los trabajadores.
De momento se han llevado a cuatro personas y a los otros 25 los han dejado en el pabellón San Pedro, les han puesto ahora epis, incluidos monos, y después se supone que deberán hacerles las pruebas, como a los trabajadores que han pasado por allí y por extensión a las personas que han estado en contacto con ellos.