Así lo ha anunciado el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, en una rueda de prensa, junto al vicepresidente del Gobierno, José Luis Martínez Guijarro, donde ha explicado los trabajas que el Gobierno castellanomanchego va a llevar a cabo en los primeros días de la próxima semana para volver a solicitar al Gobierno que las provincias de Albacete, Ciudad Real y Toledo pasen a la fase 1.
El Gobierno de Castilla-La Mancha va a reforzar por tanto la Atención Primaria con personal que se dedique de manera absolutamente completa a las tareas de diagnóstico precoz, el seguimiento de casos y sospechosos. Las personas que se dediquen a esta "tarea rastreadora" no van a ser los profesionales que en estos momentos hay en Atención Primaria, sino que se hará un refuerzo "importante".
Además, ha explicado el consejero que se mantendrá vivo el estudio de seroprevalencia a profesionales sanitarios de Castilla-La Mancha y se establecerá una herramienta destinada de manera exclusiva a la detección, declaración y seguimiento online para evitar que el virus se distribuya con la rapidez que lo ha hecho hasta ahora.
El responsable de Sanidad ha confiado en que con estas medidas y con los datos "esperanzadores" que está habiendo hasta ahora en la región, el Gobierno regional pueda afrontar la negociación con el Ministerio y Toledo, Albacete y Ciudad Real puedan pasar de fase.
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