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Un gobierno fuera de la ley (XVI)

Por Miguel Ángel Vicente
miércoles 13 de mayo de 2020, 03:22h

LOS PAYASOS DE LA TELE.- Recordamos, con cierta nostalgia, allá por los años 70, la aparición en la Televisión de los que acabaron siendo conocidos como “los payasos de la tele”, que no eran otros que Gaby, Fofó, Miliki y Milikito, a los que se sumó después, Fofito. Eran unos verdaderos genios en el arte del entretenimiento para niños y, también hay que decirlo, para mayores, con sus trapisondas y sobre todo sus canciones tatareadas por tirios y troyanos, recordemos, quizás, la más emblemática, “la gallina turuleta” y otras muchas que nos sacaban de los problemas diarios, con aquél eslogan, tan repetido por todos, “¿Cómo están Vds,?”.

Pues bien, tras recordar aquellos impagables días de distensión, vida familiar e inmersión en un mundo feliz y agradable, ahora, bien parece que, de nuevo, aunque con otra pinta y otros fines, nos han vuelto a meter, en sesión diaria, unos nuevos payasos que, a diferencia de aquéllos, no tienen ni pizca de gracia ni simpatía alguna, más bien nos inducen a un estado de malestar y de mala leche difícilmente controlables, por su reiteración en la mentira, en la desfachatez, cinismo, descaro, desvergüenza, insolencia, atrevimiento y osadía, dejándonos estupefactos y desde luego sin conseguir su finalidad primordial, que no es otra que hacernos tragar con ruedas de molino, hacernos creer que los burros vuelan, hacernos tragar carros y carretas, y que, en realidad, estamos viviendo, como Alicia, en el País de las Maravillas, que debe identificarse con el Gobierno Progresista de España, coliderado por el Pseudo-Doctor-Sánchez, alias “Pinochón” (un Falcón para él y su señora y otro para su nariz, y que debe estar que trina por no poder hacer uso del mismo a cuenta de los confinamientos, nacional e internacional, decretados) y Pablito Iglesias, alias “El Jorobado de Notre Dame Español” o, si se prefiere, alias “El Chepa”, ¡vaya par de dos!, con toda su cohorte de Ministros y Ministras y demás arribistas (que acuden,, como las moscas, a un panal de rica miel), de diversa jaez y ralea y que, poco a poco, y como quien no quiere la cosa, están liderando un Golpe de Estado en toda regla, mediante una labor de zapa continua y reglada, como la de las termitas sobre la madera, con la aviesa, criminal e ilegal intención, de hacer caer el sistema democrático (es un decir) que, dicen, valga la redundancia, nos dimos todos los españoles con la Constitución de 1.978, intentando por todos los medios, en abierto y en directo, hacer caer los cimientos de aquélla, en la deriva que va tomando hacia la instauración de una república bananera, latinoamericana, a ser posible, tipo Maduro, de la Venezuela devastada por el régimen desde Chaves, y que tan bien se han aprendido los integrantes de ese Partido, Podemos, que ya, por sí mismo y por esas pretensiones, debería haber sido ilegalizado hace tiempo, y que ha encontrado la horma de su zapato en las ansias hitlerianas de un Pseudo-Doctor-Sánchez, que ya parece un muñeco de trapo, una marioneta, movida por los hilos podemitas en cada aparición televisiva intentando copar la atención de los españoles y de seguir echándoles madera a su cerebro para intentar que acaben viendo lo blanco negro y lo negro blanco, y que, como una piara de cerdos o un rebaño de ovejas acaben “laudeando” a tan insigne, malévolo, criminal y pirado Presidente del Gobierno Progresista de España, y no hay más que mirarle a los ojos, mirada perdida, de zombi o, más bien, de zumbao, mientras se regodea, en las mentiras crecientes y se vanagloria de su actuación ante la pandemia que ya se ha cobrado casi 27.000 piezas y que serán, como poco el doble, si es que no son el triple.

La mentira como dogma, la mentira como sistema, la mentira para seguir sustentando en el Poder a un grupo de criminales, reos de genocidio, no sólo por las muertes que ha generado y sigue generando su desparpajo y su indolencia, al haber autorizado e incitado a la manifestación del 8-M (día que quedará marcado en el corazón de todos los hombres de bien sobre la tierra y que debería originar una acción contundente contra esta tropa que está destrozando España y a los Españoles), como por el número de infectados, que quiérase o no, aunque se curen, quedarán para los restos marcados con la secuela de una enfermedad que los tuvo a las puertas del cementerio, arrastrando secuelas de la misma de por vida. ¡Bonito paisaje, para salir alardeando a diestro y siniestro y negando la mayor, o sea, la terrible responsabilidad que la tremenda irresponsabilidad (valga la cuasitautología) que esta panda de filibusteros debe asumir por la hecatombe sanitaria y económica hacia la que discurre el país.

Y en estas estamos, si Dios o, al menos, como mal menor, nuestra Majestad el Rey de España, Don Felipe VI, no lo remedian, avanzando hacia el desastre y el hundimiento de un País y de unos ciudadanos que no se merecían este maltrato y esta desidia, impropias de un Gobierno de una Nación que se presume democrática y en la que prima el Estado de Derecho. Y como lo importante es echar mierda sobre la mierda que está dejando el mismo, no se les ocurrió otra cosa que, bajo la premisa de informar y de la transparencia, montar ese corralito de estafelmos inertes, a los que difícilmente sería aplicable el calificativo de personas o seres humanos dotados de voluntad e inteligencia, con las sucesivas apariciones en ruedas de prensa amañadas y tergiversadas, a fin de comer el coco a los españoles y, a fuerza de ser sinceros, que, en verdad, , han amañado muchos cocos, porque, en realidad, el nivel intelectual y volitivo de una inmensa mayoría de la población, que habría de llamar populacho, convertidos en una masa de carne con ojos, y, a veces, incluso sin ojos, pastueñan dulcemente los cantos de sirena de la izquierda y se creen, a pies juntillas, la cantinela del barquero. Y dentro de esas apariciones, dirigidas a confundir y a desinformar a la ciudadanía, se hallaba y sigue hallándose, el indómito y perseverante arúspice del Gobierno de España, Fernando Simón, quien, en verdad, no ha dado una a derechas (¿por qué será así este dicho tan español?...Piensen, piensen…), recordemos sus aplastantes axiomas incontrovertibles e indiscutibles: “No vamos a tener más allá de algún caso diagnosticado”…”será muy limitada y muy controlada”…”ni hay riesgo, ni se está transmitiendo la enfermedad”…”la contención está funcionando”…”cerrar los colegios no reduce los contagios sino que los aumenta”… y el cénit fue sobre la manifestación del 8-M: “si mi hijo me pregunta si puede ir, le diré que haga lo que quiera, deseo que la manifestación sea un éxito”. Como dice Eduardo Inda en su artículo de opinión en el Diario “La Razón”, del lunes 4 de Mayo de este año: “ En un país serio estaría destituido hace dos meses y procesado por negligencia. La pregunta es cuántas miles de vidas se habrían salvado si le hubieran cortado las alas hace tiempo”. Pero como este arúspice, convertido en Payaso, es capaz de superarse a sí mismo, interrogado acerca de la discrepancia entre las cifras oficiales de fallecidos y las reales, las de verdad, las contantes y sonantes (si no, ¿a cuento de qué el Ministro de Justicia ordenó a los Registros Civiles trabajar a destajo, de lunes a domingo y hasta por la tarde, ante el cúmulo de inscripciones de fallecimiento a realizar y expedición de licencias de enterramiento?), las de verdad de la buena, las 31.000 que estima el Instituto Carlos III y no las 26.000 facilitadas por el Ministro de Sanidad, sale por peteneras respondiendo: “No podemos decir a qué se deben esos incrementos. No sabemos si se deben a un accidente de tráfico enorme, a un aumento de la mortalidad por infarto, a un aumento de la mortalidad por coronavirus (aquí se le escapó, pues es más fácil pillar a un mentiroso que a un cojo) o por cualquier otra enfermedad”, y se quedó más ancho que largo, escandalizándose hasta la gallina turuleta, no sólo por esta mendacidad en el decir, sino también por el aspecto zarrapastroso andrajoso, desaseado, desaliñado, sucio y harapiento (¿se habrá duchado este hombre alguna vez?) ante tanta imprecación que sale de la boca del susodicho, que parece, al igual que su Presidente, estar poseído.

Y ahora, tras las fases de “contención”, “de contención reforzada”, y de “confinamiento”, viene la inventada “desescalada”, palabro que no existe en nuestro Diccionario de la Real Academia de la Lengua, pero muy propia del nivel intelectual de quienes nos están gobernando, carentes y ayunos del más mínimo intelecto, formación y preparación, aunque, ¡ojalá que no!, pudiera ocurrir que la desescalada acabe convirtiéndose en un “descarrilamiento” o en un “desescalabramiento”. ¡Ojo al parche! .

MIGUEL-ÁNGEL VICENTE MARTÍNEZ

ALBACETE A 13 DE MAYO DE 2.020

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