Como ya sabrás, en el mercado encontrarás cantidad de accesorios como un recolector de hojas o un buen foco (por ejemplo, existen lugares en los que te aconsejan sobre el mejor foco led para que no tengas duda sobre cuál escoger) que puedes adquirir para que esto sea así. Asimismo, hay cosas que tú mismo puedes hacer para que todo esté en buen estado. A continuación te contamos algunas de ellas.
A la hora de regar
Es evidente que un jardín necesita ser regado, pero eso sí, sin pasarse. Excederse en ese aspecto puede ser contraproducente. Evidentemente, la frecuencia de riego dependerá en gran grado de factores como el clima, la clase de césped, las plantas o las características del terreno.
Lo aconsejable es que el terreno siempre se encuentre húmedo, y para esto generalmente basta con un par de veces por semana durante un cuarto de hora más o menos.
Una técnica práctica de jardinería
El acolchado, o lo que es lo mismo, aplicar una capa de materia orgánica en el suelo del jardín es una técnica de jardinería muy utilizada y efectiva. Con ella la humedad de la tierra se conservará. Asimismo, te asegurarás de la vitalidad de los nutrientes del suelo y de que no crecerán malas hierbas.
En cuanto a los compuestos orgánicos que se usan para aplicar esta técnica, algunas de las más habituales son hojas, paja, hierba cortada, papel de prensa previamente triturado o astillas de madera.
A la hora de cortar la hierba
Un fallo que se comete con frecuencia es el de cortar el césped con demasiada frecuencia. Esto, en lugar de ser beneficioso, podría llegar a ser fatal para tu césped, pues estará más débil, algo que hará que esté más expuesto a enfermar.
Generalmente, el tiempo ideal entre corte y corte de césped es de una vez por semana en verano, dos o tres veces en primavera y otoño y muy poco en invierno. Jamás debe cortarse más de un tercio de césped en cada pasada y tampoco debe hacerse cuando esté húmedo.
Las flores: mejor calidad que cantidad
Indudablemente, las flores son algo que proporciona un encanto muy especial a cualquier jardín. A veces incluso podemos dejarnos llevar por el entusiasmo plantando más de la cuenta. Lo cierto es que plantar más de lo aconsejable es algo que podría tener malas consecuencias. Además, un exceso de flores con tamaños muy disparejos no es algo que se vea precisamente bonito.
Por eso, lo mejor antes de decidirte es que seas realista en aspectos como los metros cuadrados de los que dispones. Lo ideal es seguir esa máxima de que “menos es más”.
Y hasta aquí nuestros consejos, esperamos que te sean útiles. Seguramente ya conocerías más de uno, pero nunca está de más repasarlos. Con los accesorios adecuados, y siguiendo las pautas aconsejadas, seguro que mantienes perfectamente tu jardín.
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