Sí, señor, ese País, aun hoy, a duras penas, llamado España, puede decirse que ha entrado en la UVI y ya, incluso con respiración asistida, empieza a dar síntomas de agotamiento e incapacidad para superar el mal que le aqueja, que no es otro que el autollamado, a bombo y platillo, Gobierno Progresista de España, que, a marchas forzadas y cada vez con más ahínco y rapidez, está desmoronando los pilares básicos sobre los que se asienta el actual Estado de Derecho y los fundamentos de convivencia cordial y solidaria entre los españoles, a los cuales, de entrada, quiere volver a enfrentar en una nueva Guerra Civil, en este caso dialéctica (y porque nos vigila Europa, que si no, no sé yo si volveríamos a los prolegómenos de aquélla, que dio lugar a la confrontación entre hermanos en 1.936-1.939), y una buena prueba de ello, fue movilizar la fosa en la que descansaba el, casi olvidado, anterior Jefe del Estado, Don Francisco Franco Bahamonde, en el Valle de los Caídos, como estandarte de su nuevo horizonte al frente del Gobierno, que ha ido a más con el anteproyecto de Ley de Memoria Democrática, a través de la cual se quiere desmantelar el Valle (con derribo de la Cruz, aunque ahora, con la voz pequeña, musiten que va a continuar como signo de perdón entre los españoles) y acabará con la expulsión de los Benedictinos de la Basílica, sin que, al parecer, estos cambalaches no hayan alterado la soflama del Santo Padre, a quien, en este embite, parece haberle comido la lengua el gato. Y por ahí va, con su indignidad a cuestas, la Vice-Primera del mentado Gobierno, Carmen Calva Poyata, alardeando del contenido de la citada Ley, la cual, para más inri, y a fin de ideologizar desde la más tierna infancia a las futuras generaciones, se impondrá como asignatura vehicular en Primaria y El Bachillerato, a fin de que quede todo atado y bien atado en consonancia con el aberrante contenido que compondrá el grueso del cuerpo de la citada Ley.
Y hablando de Educación, por la puerta asoman las intenciones de este mal llamado Gobierno Progresista de España, en el planteamiento que ha hecho la Ministra de Hacienda, María-Jesús Montero, en orden a implantar el IVA (El Impuesto más ignominioso existente) en la Enseñanza o Educación Privada, medida que rechaza de plano la CEOE, por su, quizás, poca eficacia recaudatoria, así como por diversas organizaciones que representan a los distintos sectores de la educación privada, aventurando que supondría un encarecimiento insoportable para las familias que han elegido este tipo de educación para sus hijos, atentando, incluso, contra el derecho a la libre elección de la educación que prefieren para sus hijos con arreglo a sus convicciones, consagrado en el artículo 27 de la Constitución Española, cuyo punto 1.- establece que “Todos tienen derecho a la educación. Se reconoce la libertad de enseñanza”, amén de provocar un desplazamiento descomunal de alumnos hacia la enseñanza pública, lo que a su vez se concretaría en un aumento del gasto público muy superior a la recaudación que la mencionada imposición originaria para las arcas públicas, habiéndose calculado ese incremento de gasto en, al menos, 1.891 millones de euros, aunque ya se sabe que tirar con pólvora del Rey, para este Gobierno Progresista de España, no supondría un obstáculo, con tal de cargarse a la Educación Concertada y meter a todo el alumnado en el redil uniforme de un pensamiento único.
Y, en ese afán de cagarse todo lo que funciona bien en este País, por estar en manos privadas, también trata la susodicha Ministra, de implantar el dichoso IVA del 21%, sobre la Sanidad Privada, que igualmente ve un ataque a la misma y a su centro de flotación y constituiría un acto anticonstitucional, al estar catalogada, como la Educación, la Sanidad como un servicio esencial y constituiría su implantación un sobrecoste de 2.145 millones de euros para el Sistema Nacional de Salud, y todo ello, en plena pandemia y ante la situación que está provocando el rebrote en el ámbito social, económico y sanitario, con ese confinamiento decretado por el Gobierno de la Comunidad de Madrid, prácticamente entera, poniendo de relieve, una vez más, su antagonismo al actual Gobierno de dicha Comunidad, encabezado por Isabel Díaz Ayuso, a la que quieren, a toda costa, descabalgar del poder, a fin de hacerlo suyo, pues, repito, el no poder haberlo aprehendido tras las elecciones, es la espinita que tiene clavada la izquierda cainita en salvas sean sus partes, y harán todo los posible y lo imposible, por la vía legal y la ilegal, para hacerse con ese codiciado trofeo, que es hacer suya la Comunidad de Madrid y si en el embite cae la breva del Ayuntamiento, mejor que mejor, o sea, albarda sobre la albarda, pues están los puñales asomando vía Jose-Manuel Franco, Presidente del PSOE madrileño y, a su vez, Delegado del Gobierno en Madrid, y Gabilondo, a quien se le hace la boca agua pensando en la posibilidad de erigirse en el próximo Presidente de la Comunidad de Madrid, tras moción de censura con ese partido, que ya no es partido, o más bien, sí, que está partido, que constituye el Ciudadanos de Sor Inés Arrimadas, que acabará cagándola y bien. Y que no se compagina con las declaraciones del Pseudo-Doctor-Sánchez, alias “Pinochón” (que ya está tirando y bien del Falcón) de que lo que pretende con esta medida es salvar vidas, contagios y economía (¡a buenas horas, mangas verdes! y tras 60.000 muertos a sus espaldas), propósito que ya debiera haber puesto en práctica desde los albores de la pandemia, cuya inacción, pasotismo ante la misma, con ese gurú de cabecera que es Fernando Simón, Director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, cuyo último huevo para la historia, ha sido su frase de que “Mucha gente no ha muerto por lo que hemos hecho, aunque otros muchos sí se han muerto!”, ¡vaya ojo pa´ echar lluecas! Que, afortunadamente, no será nombrado Hijo Predilecto de Zaragoza, ya que la ignominiosa estratagema de la izquierda cainita no verá aprobada su propuesta, al haber anunciado ya PP y Ciudadanos su negativa a tal dislate y disparate. Por otra parte, el móvil político, que corroe a esa izquierda gobernante, se pone de manifiesto en que, a día de hoy, aparte de las dos Ciudades Autónomas, Melilla y Ceuta, existen cinco Comunidades Autónomas (Galicia, Andalucía, Asturias, Navarra y Castilla y León), en las que el virus infecta más que en Madrid. Y es que el cierre de Madrid, supone un golpe definitivo (como pone de relieve Miguel Garrido, Presidente de CEIM) para la economía, no sólo local, sino también nacional, por lo que de centro neurálgico para la misma supone el funcionamiento normal de los servicios y la industria en la Capital de España, calculándose que este cierre costará hasta 5.600 millones de euros y sus restricciones hundirán los ingresos de las empresas de la capital en 600 millones de euros a la semana y el PIB nacional podría caer hasta cinco décimas. Y el Ministro Illa (¡qué maravilla!) se muestra dispuesto a poner en marcha el comité de expertos independientes pedido por veinte científicos en la Revista “The Lancet” para evaluar el manejo de la pandemia por parte de este Gobierno de manirrotos, analfabetos y obsesivos, lo que podría ocurrir para ad calendas graecas, y mucho me temo que, de llevarse a cabo, la larga mano del Gobierno intervendría en su conformación, tal como se está maquinando por el mismo, para lograr el nombramiento de los miembros del Consejo General del Poder Judicial por el propio Ejecutivo, para lo que pergeña una Reforma de la Ley Orgánica del Consejo General del Poder Judicial, en la que ya vienen trabajando, la Vice-Primera y el Ministro de In-Justicia, Juan-Carlos Campo, con lo que, con la Fiscalía General del Estado ya en el zurrón, la Judicatura caería en el mismo, si la Reforma llega a buen fin, que sería, más bien, a mal fin, por lo que de injerencia inadmisible del Poder Ejecutivo supondría sobre el Poder Judicial, que quedaría, como aquélla, a las órdenes del Gobierno.
Y todo ello, en plan chulesco, porque si y porque lo digo y quiero yo, clamando a cachondeo, si no fuera por lo serio del tema, que, ahora, el Pseudo-Doctor-Sánchez, muestre preocupación por salvar vidas, cuando no ha sido capaz de dar una cifra exacta de cuántos han sucumbido a la pandemia, por su inacción, su improvisación y por no pertrechar a los sanitarios de los medios, humanos y materiales, necesarios, para luchar en primera línea de fuego, contra el virus asesino. Mas, ya sabemos, mientras tanto, sigue pavoneándose de su guapura y chulería, creyéndose que las mujeres caen rendidas a sus pies nada más lo miran, aunque no sabe que su mirada es la de loco trastornado que acabará llevando a España al abismo, tal como Hitler llevó al mismo a la Alemania que originó la Segunda Guerra Mundial.
MIGUEL ÁNGEL VICENTE MARTÍNEZ
7 de Octubre de 2020
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