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La ceguera de un pueblo

Por Miguel Ángel Vicente
miércoles 06 de enero de 2021, 03:24h

Me refiero al pueblo español, el cual muestra tal grado de ceguera ante los acontecimientos que están ocurriendo en su país, ese país, aún hoy, a duras penas, llamado España, y que asumen y consienten con una mansedumbre y una sumisión jamás constatada en pueblo alguno a lo largo de la historia de la humanidad, haciendo uso de ese refrán del refranero español, tan certero, como puñetero, según el cual “ojos que no ven, corazón que no siente”, sin darse cuenta de que con esa actitud pasiva, con ese “laisser faire, laisser passer”, cada día que pasa, pierde un porcentaje importante de su libertad y, en definitiva, del compendio de los derechos (humanos), que acompañan a la naturaleza humana desde el nacimiento (ya en entredicho por la consideración del aborto como un derecho, según la legislación que nos dejó el Gobierno del impresentable José-Luis Rodríguez Zapatero, con la Ley Aído, y el pasotismo de un Partido Popular, comandado por un cobarde Mariano Rajoy Brey, que cerró los ojos, con una mayoría absoluta de escándalo, ante el genocidio que consagra la citada ley, y que avanza como una pandemia más, vista la aprobación del mismo que recientemente ha tenido en la República Argentina, el cuarto país en América Latina en legalizarlo hasta las 14 semanas y en el que se estiman 450.000 abortos clandestinos al año y alabado hasta la extenuación por quienes son partidarios de la “cultura de la muerte”, como celebra con alharacas, el Diario “El País” la efemérides, con jaculatorias tales como “Argentina hace historia: el aborto es un derecho” o “salto de gigante” o “la legalización del aborto pone al Gobierno de Fernández a la vanguardia del continente”) hasta su fallecimiento (hoy, en concomitancia con la limitación al derecho a nacer, con el abanderamiento del derecho a lo que llaman una “muerte digna”, aplicando la eutanasia que, por muchos informes que exige su aplicación, incluido el consentimiento de la, llamemos, víctima, acabará convirtiéndose en una rutina para expulsar de la sociedad a un número indeterminado de seres que, con unos cuidados paliativos adecuados, posiblemente sí que, en verdad, hallarían el camino hacia una muerte digna, sin que deba truncarse su vida, drástica y dramáticamente, mediante una inyección letal, tal cual si nos halláramos ante la ejecución de un reo condenado a pena de muerte, donde aún se siga utilizando este sistema para erradicar de la sociedad monstruos indefinibles, como el de Lisa Montgomery que será ejecutada, el 12 de este mes, en el Estado de Misuri, por estrangular a una mujer embarazada de ocho meses a la que le abrió el vientre para quedarse con el bebé, escondiendo lo que, en realidad, se oculta tras la misma, sobremanera por parte del Gobierno de la Nación, cual es el ahorro en gasto sanitario y el ahorro en pensiones y, posiblemente, demos paso a un balance similar al que este año se ha destapado, en el sentido de que, en relación con el año pasado, se han dado de baja 70.000 pensionistas, lógicamente por su óbito o muerte, cifra que no coincide ni de lejos con los fallecimientos en residencia de ancianos a causa de la pandemia del coronavirus, que se cifra, por parte del Gobierno Progresista de España, en unos 26.000, pareciendo monstruosa la cifra hasta los 70.000, derivados de muerte natural o accidental, y sin descartar, aunque duela y sea frío decirlo, la posibilidad de que se inste a quien se halla en el camino final de su vida, a adoptar la decisión de inmolarse, en expectativas de hacerse cargo del patrimonio del descartado, que cuervos carroñeros, haberlos, haylos, y no son excepción).

Mas, volvamos al pueblo español, que ante los acontecimientos que se suceden día a día, como un rosario de la aurora, esconde la cabeza, como los avestruces, bajo el ala, convirtiéndose en el mono que se tapa la vista (no ver), que se tapa la boca (no hablar) y que se tapa los oídos (no oír), aunque esto no sea a rajatabla, pues, efectivamente y sin duda alguna, ese pueblo, para lo que quiere, sí ve (los programas telebasura de las televisiones dedicadas a esta tarea para adormecer y anestesiar a la audiencia), sí que habla (de los resultados de los partidos de fútbol, entre otras superfluas cosas, y de lo visto en los programas antedichos, regodeándose en el estiércol, la miseria y la mierda que se desprende de ellos) y también sí que oye (toda esa soflama de noticias y discursos que se le ofrecen, con alharacas y sobredimensionando los logros del Gobierno Retroprogresista de España, sin preocuparse de discernir lo cierto de lo incierto, en definitiva, de absorber toda esa información, desgranarla y aplicar a la misma la inteligencia que, presuntamente, se desprende del caletre de los ciudadanos, mas todo esto es como pedir peras al olmo, y es tarea harto ardua y complicada, porque lo que desgrana esa presunta inteligencia, es la discusión acerca de si hubo o no penalti a Messi, en tal jugada de tal partido, o creerse que los burros vuelan, amén de tragarse ruedas de molino de tamaño monumental o carros y carretas, sin que sirvan, en la inmensa mayoría de los casos, los medios de información (cuya mayoría tiene absorbido el editorial por el Partido de turno y expelen las alharacas en torno al Poder, en una especie de botafumeiro sin solución de continuidad), y, desde luego, se está más tranquilo sin pensar y dedicados a sentarse en terrazas de los bares, “criticando el color barato de una camisa que pasa”, tal como denunciaba Patxi Andion, en una de sus canciones protesta, y siguiendo siempre la falsa proclama de “mientras no me toque a mí”, sin darse cuenta de que ya te está tocando, aunque sea indirectamente, y que acabará tocándote de pleno sin remedio y sin solución, porque cuando eso pase, ya será tarde y toda reacción o queja estará condenada a morir en las manos propias de quien vivió en el limbo, dejándose recortar, a diario, sus derechos, de una manera constante, falaz y continua, también en base a aquella otra soflama, errónea como la anterior, de “Virgencica, Virgencica, que me quede como estoy”. ¡Ay, ilusos, crédulos, cándidos, tontos, ingenuos e inocentes, que creéis que todo el monte es orégano y que las ramas no os dejan ver el bosque! ¿Cuándo despertaréis del sueño de los justos? ¿Cuándo ejerceréis el uso de vuestra inteligencia? ¿No os dais cuenta de que estamos inmersos en una espiral que, subrepticiamente, e, incluso, a cara descubierta, está destrozando el país en el que vivís y que con vuestra actitud displicente, contemplativa y cobarde os convertís en cómplices necesarios del fatal destino que espera a vuestra patria y, por ende, a vosotros mismos? ¿Qué hace falta para que os caigáis del guindo y os comportéis como seres con inteligencia y voluntad? Abdicando de vuestra inteligencia y voluntad no hacéis más que convertiros en una masa de carne con ojos, en esa masa cretinizada a la que alude regularmente Juan Manuel de Prada, a la cual manejan a su antojo vuestros actuales capitostes o gobernantes, a través de esa inicua y dantesca coalición de Gobierno, más bien parece que tenemos lo que nos merecemos, mientras haya capitostes, incluso del mismo partido, de los que integran la Coalición, que discrepan de los dicterios y directrices, amén, de las decisiones y acciones del Gobierno Progresista de España, pero que callan, mordiéndose la lengua, cobardes hasta la extenuación y que renuncian a la esencia del ser humano, y me refiero, sólo como ejemplo, al traído y llevado indulto que el Gobierno Progresista de España, va a llevar a cabo, con alevosía y nocturnidad, en menos que canta un gallo, para dejar en la calle, libres de polvo y paja, a quienes activaron un Golpe de Estado, declarando unilateralmente la independencia de Cataluña, indulto disfrazado bajo las soflamas expelidas por las bocas de quienes, en realidad son portavoces del diablo, “Tenemos que aliviar tensiones” (José-Luis Avalos, o sea, “Abalos Transportes”, o el alter ego del Algarrobo de la serie de Curro Jiménez) o “El Ejecutivo apuesta claramente por el reencuentro y la reconciliación” (El Pseudo-Doctor-Sánchez, alias “Pinochón”, -Un Falcón para él y su señora y otro para su nariz-) y aunque haya voces discrepantes dentro del Partido Socialista, y aunque alguno sea algo más descarado que otros, como nuestro Presidente Regional, Emiliano García Page (que habla siempre en términos electoralistas), se la envainan y se tragan la hiel, con tal de seguir en el machito y no verse personalmente perjudicados ni comprometidos, pero al pueblo que le sigan dando por la retambufa, mientras ellos siguen subidos al machito, porque algunos, como es el caso de Don Emiliano, parece muy decidido a enfrentarse con el morlaco e intentar clavarla hasta la bola, mas cuando sale al albero, recoge la muleta y se refugia en el burladero, mientras al toro lo devuelven a los corrales, en un “que se arriesgue otro, que yo vivo muy bien”.

Y ante la sobreexposición de nuestro Pseudo-Doctor Sánchez, haciendo él mismo, el balance de los logros en el último año, ante unos periodistas (que si tuvieran vergüenza no deberían acudir a estas ruedas de prensa), olvidándose de los casi cien mil muertos que, probablemente, ya se ha cobrado la pandemia y exhibiendo el éxito de la Ley de Educación y la Ley de la Eutanasia, díganme qué será lo siguiente. Y nuestra Majestad, el Rey de España, calla y traga saliva, y otorga con su silencio, esperando la próxima astracanada sobre su persona y la Corona, y la ley sobre ésta que acabará señalándole el camino del exilio.

MIGUEL-ANGEL VICENTE MARTINEZ

6 de Enero de 2.021

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