Según el escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press, los hechos ocurrieron en el periodo comprendido entre mediados de septiembre de 2016 y el 16 de noviembre de ese mismo año, cuando el acusado invitó hasta en tres ocasiones a la víctima, con la que además convivía, a su habitación, donde, aprovechándose de que sufría una discapacidad intelectual moderada, le bajaba los pantalones y le realizaba tocamientos en diversas partes del cuerpo.
Unos hechos que el Ministerio Fiscal considera que son constitutivos de un delito continuado de abusos sexuales cometidos a una persona con discapacidad mental por el que piden tres años de prisión y otros tres años de libertad vigilada para el acusado, así como la prohibición durante cinco años de acercarse a la mujer en un radio de 300 metros.