La lista de mobiliario es casi interminable, pero nos vamos a centrar en los muebles que van a usar nuestros clientes, dando algunos consejos para la compra.
Elegimos el tamaño de mesa dependiendo del tipo de bar
En el mercado hay una variedad enorme de mesas para bares, pero lo importante es el tamaño, ya que va a condicionar el tipo de servicio que ofrecemos.
Las mesas de 60 cm de diámetro si son redondas o de 60x60 nos servirán para que los clientes tomen copas, mientras que las de 70x70 ya son adecuadas para tomar tapas. Si queremos que los clientes coman en nuestro bar (si damos menús) ya habrá que irse a mesas de al menos 80x80, siendo las más cómodas las de 90x90.
No tenemos que poner todas las mesas iguales, pero sí tener en cuenta estos tamaños para no poner mesas pequeñas y pretender que nuestros clientes coman en ellas.
Compramos las sillas pensando en las mesas
Es muy común que a la hora de comprar sillas para nuestro bar nos dejemos influenciar por el diseño. Es importante que las sillas tengan un diseño adecuado, pero es más importante tener en cuenta la altura de las mesas, ya que entre la silla (su asiento) y la mesa no debería haber más de 30 cm para que los clientes estén cómodos.
Una vez que las hemos medido y vemos que son adecuadas ya podemos dejarnos llevar por los materiales, el diseño, el precio, pero es fundamental saber que son del tamaño correcto para no incomodar a los clientes.
Otra de las características a tener en cuenta es que las sillas sean apilables, lo que hará más fácil su almacenamiento y nos permitirá retirarlas con menos esfuerzo a la hora de limpiar o de guardarlas.
Tronas si nuestro público son las familias
¿Vamos a poner un bar dirigido a las familias? Gracias a que hace años que no se fuma, ya no es un peligro ir con los niños al bar.
Eso hace que podamos dirigirnos a un público familiar, por lo que podemos comprar alguna trona para que los niños pequeños estén cómodos y ocurra lo mismo con los padres. Si el niño está cómodo, los padres se quedarán más tiempo y consumirán más.
El confort de los clientes por encima del diseño
Cuando ponemos un bar no hay que dejar de lado el diseño, pero lo cierto es que este tiene que estar siempre supeditado al confort de los clientes.
Para saber si el mobiliario es confortable lo mejor que podemos hacer es probarlo. La prueba es tan sencilla como simular que somos un cliente y pasar un rato sentados en los taburetes, en las sillas, comer o tomar una tapa en las mesas, etc.
De esa manera nos daremos cuenta de si el mobiliario de hostelería que hemos comprado es el adecuado para nuestro bar y nuestro tipo de cliente o no.
Si (
No(
