Está claro que por el camino que vamos, nuestro futuro, como país, es cada día más negro, teniendo en cuenta que hemos puesto en manos de unos indeseables, de unos desalmados, de unos criminales, el Gobierno de nuestra Nación, esa Nación, aún hoy en día, a duras penas, llamada España. Es de todo punto injustificable que miembros que componen este Ejecutivo actual, por no decir todos (ya que las decisiones del mismo son colegiadas y, por tanto, todos responsables de las mismas, aunque las patrocinen parte del mismo), carecen del más mínimo escrúpulo para llevarnos a puerto firme y seguro.
Desde luego, teniendo en cuenta el nivel intelectual de la mayoría de sus miembros, amén del rencor y la maldad que anida en sus almas, no es de extrañar que de sus mentes se paran ideas peregrinas, y diabólicas, tales como las de la Ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, para crear una red de supermercados públicos con la denominación de "Precios Justos" (que nos recuerda a aquel programa de Televisión Española, cuando ésta emitía en blanco y negro, de Joaquín Prats), y que se inspira en la expropiación, bajo el Gobierno del venezolano Hugo Chávez, de más de un centenar de los establecimientos de dos grandes cadenas de supermercados, convirtiéndolos en una cadena estatal bajo la denominación de "Abastos Bicentenario", y que constituyó un superlativo fracaso, corrupción mediante, que obligó a su cierre nueve años después, conllevando el despido de 9.000 trabajadores. Y ello, seguramente, por la tirria que la citada Ministra, y, a la vez, Secretaria General de Podemos, barrunta hacia el empresario Juan Roig, al que llama de todo, menos guapo, y al que acusa de liderar u "oligopolio" (palabra ésta que la habrá visto en algún escrito y que le ha caído en gracia, sin, en realidad, saber de qué habla) en la cadena alimenticia a cuenta de los supermercados "Mercadona". Pero ya sabemos las aguas en las que mama Podemos, las repúblicas bolivarianas de la peor ralea, especialmente y con amor, de la Venezuela, antaño de Hugo Chávez, y hogaño, de Nicolás Maduro, y a las que el ex-presidente José-Luis Rodríguez Zapatero considera un ejemplo a seguir, pero que si tanto les gusta aquello y presumiendo que allí se atan los perros con longaniza de jabugo, no sé yo qué coño hacen que no ponen rumbo a esa tierra prometida y se van a vivir allí, como unos más, renunciando a todas las prebendas, sinecuras, canonjías y mamandurrias de que gozan, sin merecerlo, en España, a costa de los españoles, dejándonos a la vez, tranquilos.
En otro orden de cosas, resaltar la respuesta, que en un mitin de Irene Montero, a la sazón, Ministra de Igualdad, ésta dió a la pregunta de una joven acerca de cómo había logrado hacerse con un casoplón, irritada, como es lógico, cuando te pillan en un renuncio, contestó que había heredado una fortuna de su padre (¿no está Podemos en contra de las herencias?) y también por parte de su marido (o sea, el reconocimiento pleno del patriarcado en su estado más puro , duro y fino, amén de supermachista), y es que no se compadecen las ideas (caso de tenerlas) de estas advenedizas al poder, o sea, lo que predican, con el ejemplo que acaban dando a cara descubierta, y además a mayor abundamiento, utilizando una dotación de la Guardia Civil, fija, a pie de calle, para que no se le moleste a tan ilustre cabeza pensante, no vaya a ser que las ideas se desparramen y se las lleve el viento.
En realidad, tanto una como la otra, o sea Ione Belarra como Irene Montero, dan muestras de tener una empanada mental de órdago y una maldad rayana en la esquizofrenia, exenta del mismísimo diablo.
Pero, en fin, medidas desnortadas de esta índole, salen por todos lados, contagiando a los propios socialistas, pues ya sabemos que todo se pega, menos la hermosura, y así, nuestro aún actual Presidente de Castilla La Mancha, Emiliano García Page (que, hablando hermosura, se ha puesto que ni veas en los carteles electorales), ha sacado adelante la ley que permite expropiar fincas rústicas que no se mantengan en activo, para crear un Banco de Tierras, y poder repartirlas entre los conmilitones, que ser terrateniente mola y mucho. Y es que, estas medidas explosivas que alientan las más bajas pasiones del ser humano, son bien recibidas por quienes en su vida han dado un palo al gua y envidian a su vecino que, con trabajo y sacrificio, ha logrado vivir bien o, incluso, hacer una pequeña fortuna.
De manera que con un Gobierno integrado por titiriteros y advenedizos, como es el de la España de nuestros días, no nos debe extrañar que nos ninguneen allende nuestras fronteras, tal como ocurrió con la visita última del Pseudo-Doctor-Sánchez a Marruecos, donde el Rey Mohamed VI, le tomó el pelo, al sentarlo junto al Ministro de Exteriores, José-Manuel Albares, a la sazón, "Jaimito", en un sofá tan bajo, que chocaban sus rodillas con sus respectivas barbillas; o en la reciente visita de Estado a EEUU, donde el Presidente Norteamericano, los recibió con un "hola y adiós", tal como se expresa en una de las canciones de Joaquín Sabina ("19 días y 500 noches), y donde para darse la mano ambos mandatarios poco menos que tuvieron que usar un apéndice de madera con una mano en uno de sus vértices, dada la distancia en que se encontraban sentados en sendos sillones. Y poniendo un poco de crítica a la vestimenta que usa nuestro Eximio Pseudo-Doctor, no estaría de más que guardara un mínimo el protocolo tradicional de la misma, pues esos pantalones estrechos hasta los tobillos parecen más de un individuo salido drogado de una discoteca nocturna que de un Presidente de un Gobierno serio y formal, o por qué no decirlo de un chulo putas o de barrio. Y es que el decoro en la vestimenta también cuenta y hay que tenerlo presente en las relaciones diplomáticas, so pena de que nos pase lo que nos pasa, que nos tomen el pelo y se rían en nuestra cara a mandíbula batiente.
MIGUEL-ANGEL VICENTE MARTINEZ
24 de mayo de 2.023
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