Ahora, esa fecha límite será ampliada hasta el 1 de julio de 2025; un margen que «supone un alivio para grandes y medianas empresas y para autónomos que todavía no han podido adaptar sus negocios a estas normativas», explican desde la Asesoría Tomas Catalan, donde ya han ayudado a decenas de clientes a dar el paso.
Para estos profesionales, el hecho de que la tramitación del texto se esté retrasando es una buena noticia: «Está claro que todos tenemos que luchar por reducir la economía sumergida, pero los plazos eran muy limitados y no tenían en cuenta la naturaleza de algunas compañías ni los perfiles de muchos profesionales», explican desde la empresa almanseña.
Esta es una realidad especialmente presente en el territorio manchego, donde muchas empresas son pequeños negocios familiares que trabajan con sistemas contables muy antiguos y que necesitan adaptarse de manera integral.
Los despachos de asesoría: claves en el nuevo escenario
Las reglas de las nuevas leyes imponen el hecho de que toda factura emitida sea enviada, de manera directa, a la Agencia Tributaria. Para eso, se han creado distintos software autorizados que permiten automatizar esta labor y evitar facturas duplicadas y otro tipo de hábitos que contribuyen a un descontrol de las cuentas.
Aunque serán muchas las empresas que trabajen con estos programas de manera autónoma con ayuda de los asesores, también estos últimos profesionales estarán autorizados a facturar por sus clientes a través de programas que tracen todos los registros de manera automática y a tiempo real.
Esto ha hecho que muchas compañías e incluso autónomos apuesten por dejar en manos de los asesores la contabilidad para despreocuparse de este extremo y no tener problemas a la hora de abonar los impuestos, liquidar el IVA, etc.
Una margen que se debe aprovechar
Profesionales de la contabilidad y el mundo de la empresa como los de Asesoría Tomas Catalan consideran que el margen que ha dado la tesitura actual para adaptarse a la norma no debe ser desaprovechado.
«Mucha gente piensa que tener más tiempo implica retrasar la puesta en marcha de los nuevos sistemas informáticos; en nuestra opinión, es un margen que se debe aprovechar para instalarlos y comenzar a trabajar con ellos hasta optimizar todos los protocolos», reflexionan desde la compañía albaceteña.
Precisamente, esta es la labor a la que más esfuerzos están dedicando en las últimas semanas: trabajan mano a mano con sus clientes para instalar los software de gestión de la facturación en sus propios equipos y enseñar a los responsables a usarlos.
Y, sobre todo, generar un protocolo de trabajo que no solo sea conforme a la legalidad, sino que resulte positivo para las empresas en cuanto a ahorro de tiempo y mejora del control de sus economías.
Si (
No(
