Decimosexto.- Fiscalidad: “España, con el mayor incremento fiscal y la que más renta pierde”, así se expresa en una crónica de J. de Antonio, en el Diario “La Razón”, del pasado 9 de este mes y año. Los ciudadanos españoles llevan a sus espaldas una pesada mochila o lastre, al sufrir la mayor subida impositiva y el mayor desplome de renta disponible entre las grandes economías del mundo. Así lo ha puesto de manifiesto en su último informe trimestral estadístico y comparativo de las principales economías sobre los índices de renta y fiscalidad, la OCDE, del que se desprenden, sin ningún género de dudas, que España se ha alzado al primer puesto de los Estados que más subieron los impuestos sobre la Renta y el Patrimonio en los últimos cinco años (último trimestre de 2.019 y tercer trimestre de 2.023), cifrado en un crecimiento asfixiante del 50%. Detrás de este País, aun hoy, a duras penas, llamado España, se situaron Reino Unido (un 40%), Canadá (un 30%), Estados Unidos (un 20%) y Francia y Alemania (con algo más del 10%). En cifras, la carga impositiva acumulada durante los últimos cinco años (era gloriosa de “Pinochón” y María-Jesús Montero, alias “la Malhablá”, Ministra de Hacienda, que llevó a la ruina las arcas durante su periplo en otra “era gloriosa” en la Junta de Andalucía, junto a sus ex -presidentes, Manuel Chaves y José-Antonio Griñán) se ha incrementado en 15.800 millones de euros, lo que se traduce, lógicamente, en una reducción de la renta real disponible por parte de los ciudadanos, un 2´09% en el tercer trimestre de 2.023, respecto de los tres meses anteriores, la mayor caída de toda la OCDE, muy por encima de la media del 0´2%, muy lejos de Austria (-1´31%, Irlanda (un -0´95%) y Alemania (un -0´6%). De entre los países de la OCDE, 11 registraron un aumento de renta y 10 una disminución, con España a la cabeza y con diferencia en el pelotón de cola como ha quedado puesto de manifiesto. Total, más ingresos para el Estado, a fin de que pueda seguir despilfarrando y malversando a diestra y a siniestra, y el que no se conforme, que se joda. Y esta asfixia y prácticamente confiscación de la renta de los ciudadanos españoles, se traduce en que los ciudadanos que tienen la suerte de tener un trabajo (empresas, autónomos, empleados por cuenta ajena), apoquinan a las Haciendas Públicas, lo que ganan desde enero hasta mediados de julio, de cada año, ¡más de la mitad del año!: ¿tiene esto justificación?, cuando lo pagado a las Arcas Públicas de Caudales, no revierte, o lo hace en una cantidad infima, en beneficio de la sociedad, sino que se distrae entre el despilfarro (asesores inecesarios que no asesoran, pero que sí cobran un buen pico, observatorios de toda clase, para no observar nada, y chiringuitos mil, cuya única finalidad es colocar a un sin número indefinido e indeterminado de adláteres, acólitos, corifeos, paniaguados y mamandurrieros), llevándonos al terreno de la prevaricación y malversación de caudales públicos.
Decimoséptimo.- La larga lista del paro: Pese a las alharacas y autofelicitaciones llevadas a cabo, entre otros miembros del nefasto Gobierno de España, especialmente, por la Ministra de Trabajo, Yolandita Díaz, alias “Cara de rata” o “La Cyrano de Bergerac Española” o “ la Sobona”, el mal cierre de 2.023, adelanta el parón del empleo en 2.024, pues pese a la bajada del paro en 193.400 personas (debido a los contratos temporales y estacionales derivados de la Navidad), la creación de empleo privado cayó en 77.600 personas y el último trimestre de 2.023 se cerró con 19.000 puestos de trabajo destruidos y aunque la tasa de paro se redujo ligeramente hasta el 11´7%, sigue siendo, prácticamente, el doble de la media europea, y eso que no se tienen en cuenta quienes tienen un contrato fijo discontinuo, que no son incluidos en esa larga lista de parados y cuya cuantía se oculta, con nocturnidad, premeditación y alevosía por la responsable del Ministerio referido ¡a cuánto no ascenderá la cantidad ocultada!. Habrá que esperar a las, seguramente, espeluznantes cifras que se deriven del cierre de contratos temporales, fruto de la Navidad y las Rebajas, tras la que seguiremos dando vueltas sin atisbos de encontrar la salida, dentro de ese laberinto infernal en que se ha convertido el trabajo en España.
Y este vaticinio nos lo confirman las cifras del pasado mes de Enero, pues el mercado laboral empieza el año 2.024 con 231.250 empleos menos, un 2´23% más respecto al mes anterior, y el paro sube en 60.400 personas alcanzando la cifra total de 2.727.860 desempleados oficiales, pues seguimos sin saber la cifra de fijos discontinuos inactivos, que cobran del paro, y que se estiman, como poco, en más de 100.000, de los 805.000 contratos fijos discontinuos registrados. Siendo esta importante destrucción de empleo la más elevada en un arranque de año desde 2.020.
Decimoctavo.- La deuda pública: Y de la deuda pública, ¿qué? De la deuda pública, ná. Pues no dicen ¿qué?. Dicen, pero cá. Un nuevo laberinto dentro del cual el Retroprogresista Criminal Gobierno de España, parece nadar como pez en el agua, pues no se entiende, que, arrojando unas cifras récord de recaudación impositiva, en ese afán del Ejecutivo y del Ministerio de Hacienda, que preside María Jesús Montero, alias “La Malhablá”, no haya sido posible por parte de aquél, rebajar un solo euro de la cifra de la deuda pública, que transita a galope tendido, sin visos de remontar a la baja o, al menos, detener el camino infernal, que conduce a caer por el precipicio, sin remedio.
Antes, al contrario, pese a puntualmente, alguna mínima rebaja que a continuación acto seguido queda absorbida por un aumento más, nos situa al borde de casi un billón seiscientos mil millones de euros, una cifra que nos coloca al frente del pelotón y que no supone otra cosa que aventurar un futuro de miseria, ruina y pobreza para las generaciones futuras, varias, debido a esa cifra exorbitante, que traspasa todos los límites, de la exigible administración que un buen padre de familia está obligado a observar, tal como exige el Código Civil, trasvasable a la Administarción Pública, si cabe, con mayor exigencia. Pero, aquí y ahora, en este país, aun a duras penas, llamado España, el Retroprogresista Criminal Gobierno, sigue tirando con pólvora del Rey, como si ese futuro no fuera a llegar, alcanzando como un tsunami, no sólo a esas futuras generaciones (así, en plural), sino también a los coetáneos, que ya tememos que nos llegue a los pies. Mas, en fin, mientras los miembros del Gobierno y todos sus adláteres, acólitos, corifeos, paniaguados y mamandurrieros, vivan a costa del presupuesto, como verdaderos Zares, al resto de la población que le dén morcilla.
Los datos son tozudos y no pueden ocultarse, por más que este Retroprogresista Criminal Gobierno de España, que camina hacia atrás como los cangrejos, aunque trate se sacarse de la manga algún as, ya que la deuda creció 6.000 millones de euros al mes durante el año 2.023 (cifra que pone los pelos de punta y nos dejan al borde de la quiebra técnica, si es que no la hemos alcanzado ya), o sea, aumento en 72.000 millones de euros más, alcanzando esa cifra record de 1´575 billones de euros. Y desde que el Pseudo-Doctor-Sánchez, accedió a la poltrona de La Moncloa, hace ya seis ejercicios, la deuda del Estado se ha acelerado sin freno, hasta alcanzar la cifra de 371.823 millones de euros, por encima de los 1´2 billones de euros que se contabilizó en el segundo trimestre de 2.018, justo cuando el eximio, amigo de los terroristas y de los independentistas, llegó a La Moncloa. Todo ello según pone de manifiesto el Banco de España, quien subraya que el haber alcanzado esa cifra monstruosa de 371.823 millones de euros en apenas seis años, significa que las arcas públicas han asumido una deuda de 185 millones de euros diarios, o lo que es lo mismo, 7 millones cada hora, 116.600 euros cada minuto y 3.866 euros por segundo, lo que significa que cada uno de los 48´5 millones de españoles (cifra jaleada por las instancias oficiales, 507.548 personas más en 2.023, sobre todo por una subida de la población foránea del 13´4 %, destacando los colombianos, venezolanos y marroquíes, que, probablemente se deba a la nacionalización masiva llevada a cabo a cuenta de las elecciones de julio de 2.023, buscándose el voto por las siglas del PSOE) asumimos una deuda de 1.129 euros per cápita a cuenta del año 2.023, suponiendo un total para cada españolito una deuda de casi 8.000 euros (7.666 euros) por cabeza. Y dentro de estas cifras mareantes de deuda, se incardina el saldo negativo de la Seguridad Social, que alcanza la friolera de 116.000 millones de euros, un 9´4% más que un año antes (sólo en el año 2.023 se cerraron sus cuentas con un agujero de casi 10.000 millones de euros por las pensiones, duplicando su deuda en tan sólo cuatro ejercicios), pasando de 55.000 millones en 2.020 a superar los 116.000 millones actuales, y eso que el brujo de la Seguridad Social, un tal José-Luis Escrivá (calificado de experto por las líneas mediáticas del poder, que ya es presumir de “ojo de buen cubero”) pontificó que “el futuro de las pensiones, estaba garantizado”, con sus tejemanejes y fórmulas de alquimia de bruja de baja estofa.
En definitiva, un nuevo récord más alcanzado bajo la dirección del actual Retroprogresista-Criminal-Gobierno de España, que ha logrado aumentar la Deuda Pública, un 15% en cinco años, el doble de lo que lo ha hecho la Eurozona.
Albacete 21 de febrero de 2.024
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