Así lo han contado los distintos agentes que participaron en la investigación del crimen durante la tercera sesión del juicio que se celebra, con jurado popular, en la Audiencia Provincial de Albacete.
Uno de los agentes que realizó las dos inspecciones oculares que se hicieron en la escena del crimen --una pequeña construcción abandonada y en ruinas a las afueras de Albacete, donde la víctima pernoctaba habitualmente-- ha indicado que el cadáver presentaba "múltiples golpes en la cabeza" que se habían dado con una piedra que también se encontraba en el lugar.
En este sentido, el agente ha explicado que también se encontraron numerosas manchas de sangre en la pared, junto al cuerpo, a consecuencia de las salpicaduras provocadas por los golpes en la cabeza. Asimismo,
Del mismo modo, los agentes también han señalado que, como hacía ya varios días que la víctima había fallecido, el cadáver presentaba diferentes mordeduras en las extremidades provocadas por roedores y felinos.
Asimismo, también han confirmado que los perfiles genéticos hallados en el interior del habitáculo donde se encontró el cadáver de la víctima, tras tomar las pruebas necesarias de los objetos que allí encontraron -latas y cucharas--, correspondían únicamente a la víctima y al acusado.
Durante la tercera sesión del juicio también han testificado varios compatriotas que conocían a la víctima, así como su hermano y las personas que dieron el aviso a la Policía Nacional tras hallar el cadáver en el lugar en el que la víctima vivía.
El juicio, en el que tanto la Fiscalía como la acusación particular piden para el acusado la prisión permanente revisable por el delito de asesinato, continuará el próximo lunes con las declaraciones de los forenses. El acusado no declarará hasta que no finalicen las pruebas testificales y documentales previstas en la celebración del juicio.