Los podólogos de Castilla-La Mancha sugieren que se opten por zapatos que no superen los cuatro centímetros de tacón. Es preferible que estos calzados cuenten con una horma ancha y, si es posible, sean de cuña o plataforma. Esta elección ayuda a prevenir lesiones en el pie, el tobillo, la rodilla e incluso en la columna vertebral.
Asimismo, cuando se decida usar este tipo de calzado, es recomendable mantener una buena hidratación de la piel del pie para evitar la formación de ampollas y rozaduras.
En realidad, Elena Carrascosa hizo hincapié en que las mujeres se someten a intervenciones quirúrgicas en el quirófano con una frecuencia cuatro veces mayor que los hombres debido a complicaciones en los pies. Este fenómeno podría estar relacionado con el uso excesivo de zapatos o botas de tacón. En particular, los tacones de aguja son considerados especialmente peligrosos y perjudiciales para la salud podológica, ya que pueden provocar diversos problemas ortopédicos.
Un gran número de mujeres emplea regularmente tacones altos debido a su capacidad para estilizar la figura. No obstante, su uso se vuelve aún más frecuente y predominante en ocasiones festivas y celebraciones, como las cenas con amigos o eventos empresariales. Con la llegada de la Nochevieja y el inicio del 2025, estas situaciones son cada vez más comunes. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el uso de zapatos altos puede provocar un considerable dolor en los pies, así como lesiones en la columna vertebral.
El Colegio Oficial de Podólogos de Castilla-La Mancha señala que una gran parte del dolor se origina en la estrechez de la horma del calzado o en el exceso de altura del tacón. En este sentido, “lo ideal es que los zapatos de tacón tengan una altura como máximo de cuatro centímetros y que sean anchos, o bien de cuña o plataforma, ya que la combinación de puntera estrecha y tacón alto es la más perjudicial”, afirmó Elena Carrascosa, presidenta del Colegio Oficial de Podólogos de Castilla-La Mancha.
De acuerdo con Carrascosa, el uso de tacones altos desplaza el peso del cuerpo hacia adelante, lo que puede ocasionar dolor y daño en los dedos y la parte delantera del pie debido a la carga que soportan. “Los tacones altos y estrechos generan inestabilidad, lo que podría afectar a la columna vertebral”, comentó. Además, subrayó que una de las repercusiones más serias del uso prolongado de zapatos con tacones elevados es el posible acortamiento del tendón de Aquiles, así como la inflamación y el dolor, además de provocar desequilibrios musculares. “Es fundamental tener en cuenta estas consecuencias al seleccionar el calzado”, añadió.
Durante las próximas celebraciones, especialmente en fin de año, es común ver tacones con una altura de vértigo. Sin embargo, el uso de estos zapatos puede ocasionar desde molestias leves hasta severas en los pies. Entre los problemas que pueden surgir se encuentran la hinchazón, los callos, las durezas, así como complicaciones en huesos y articulaciones, tales como los juanetes o los dedos en garra. Además, no es raro experimentar dolor en la espalda.
Por esta razón, se sugiere optar por tacones más anchos y plataformas elevadas, ya que presentan un menor desnivel y, por ende, generan menos lesiones. Sin embargo, es importante que estos calzados sean estables y de poca peso.
Un factor importante a considerar es la calidad del calzado. En relación a esto, los podólogos recomiendan optar por zapatos elaborados con materiales naturales, como el cuero o la piel, y sugieren evitar el uso prolongado de calzado sintético.
Después de utilizarlo, es aconsejable llevar a cabo ejercicios de estiramiento para los músculos y también practicar técnicas de relajación en el pie. Un método efectivo incluye el uso de una pelota, que ayuda a descomprimir la fascia plantar y a reducir la presión.
Los podólogos de Castilla-La Mancha sugieren que se utilice calzado con suelas gruesas, ya que estas ofrecen una mayor amortiguación y pueden disminuir la presión en los pies al caminar, especialmente cuando se usan tacones altos. Además, es recomendable evitar cargar todo el peso en un solo pie de manera continua; por lo tanto, es beneficioso sentarse o apoyarse de vez en cuando. Por último, es fundamental no utilizar este tipo de calzado en el entorno laboral.
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