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El Albacete Balompié, un año después de la extraña elección de Echevarría como presidente

Juan C. Picurelli (Foto Picurelli))
Juan C. Picurelli (Foto Picurelli))
viernes 05 de septiembre de 2014, 15:01h

Han pasado 365 días de la surrealista Junta de Accionistas en la que el supuesto inversor venido

 de Uruguay, Joaquín Echevarría, venció en las votaciones a José Miguel Garrido. Por suerte, el club no cayó en sus manos, no se hizo el traspaso de poderes y hoy el Albacete está en Segunda División con una estabilidad económica que Garrido busca solucionar poco a poco

Parece que fue ayer, pero ya ha pasado un año desde la surrealista Junta de Accionistas en la que resultó salir como presidente electo, un supuesto empresario manchego afincado en Uruguay. Su nombre, Joaquín Echevarría, y entre sus promesa: aportar tres millones de euros a la entidad y dar estabilidad económico.

Un dinero que nunca llegó, al que se esperó más de un mes, pero por suerte el consejo no realizó el traspaso de poderes y Echevarría sólo fue presidente electo. No tuvo potestad para más.

Eso sí, aún se recuerda aquella Junta en la que salió victorioso. José Antonio Iniesta tenía la llave para que Echevarría o Garrido, fueran los elegidos. El empresario madrileño también contaba con un gran paquete accionarial, pero ambos llegaron tarde al Paraninfo. Garrido desestimó utilizar sus acciones y dejó la votación en manos de los presentes. Iniesta por el retraso no pudo constituirlas, y por tanto no votó.

Con cerca de media hora de retraso comenzó aquella Junta, pero el circo no terminó ahí. Garrido anunciaba que tenía siete consejeros, pero ninguno estaba presente. Mientras que Echevarría daba su lista, pero le faltaba un consejero. Entre las protestas de los accionistas presentes, el supuesto inversor pidió un receso y buscó a ese consejero que le falta para constituir su consejo.

Sin las participaciones de los máximos accionistas, eran los pequeños accionistas los que tenían en su poder la elección del nuevo presidente. Echevarría obtuvo un 86% de los votos, mientras que Garrido se quedó con el 10%. El inversor llegado de Uruguay se convertía de esa forma en presidente electo, pero el consejo nunca le traspasó los poderes.

Como presidente electo Echevarría se presentó a la plantilla el 5 de septiembre. Posteriormente viajó a Sevilla y se sentó en el palco del Pizjuan. Estuvo presente en la ofrenda a la Virgen de Los Llanos en Feria. Prometía una y otra vez la llegada de un supuesto cheque que se quedó en el camino y finalmente el consejo dejó de creer las falsas promesas y  convocó de nuevo una Junta que se celebró un mes y veinte días después.

En aquella Junta sí que salió victorioso Garrido, su candidatura fue la única y además contó con el apoyo de José Antonio Iniesta. Desde entonces el club pareció adquirir una estabilidad económica que venía necesitando. También llegó la tranquilidad en lo deportivo, pues los técnicos, jugadores y director deportivo, no vieron peligrar sus puestos.

El resto ya lo conocen los aficionados. El Alba realizó una magnífica campaña sobre el verde. Venció en el Grupo IV de Segunda B. Ascendió frente al Sestao en dos eliminatorias difíciles de olvidar, pues tuvo que remontar en Las Llanas y en el Belmonte. Y gano al Racing en la eliminatoria de campeones para convertirse en el mejor conjunto de toda la División de Bronce.

Ahora el club camina en Segunda División con una cierta tranquilidad. Tras un año de aquella esperpéntica Junta, era obligatorio hacer un pequeño recuerdo, pues el Albacete Balompié hace 365 días, estuvo más cerca que nunca de la desaparición. Por suerte Echevarría no llegó al cargo de presidente, pues no se traspasaron los poderes, y hoy el futuro del club es bien distinto.

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