La manifestación, para la que ya tienen permiso de la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha, discurrirá por las calles Espartero, Madre Vedruna y Arroyo, hasta volver al local, donde se guardará un minuto de silencio.
En la fachada del bar, hay ya colgadas varias cartulinas con mensajes de pésame, recuerdo y petición de justicia, además hay flores y velas en el suelo.
En un vídeo grabado por los amigos de la víctima, de 43 años de edad, se muestra "el bar donde fue asesinado Julito", su "amigo".
"Está precintado por la Policía Nacional, los asesinos los han llevado al juez y los han puesto en libertad con cargos. Lo que tenemos claro es que él está enterrado y sus asesinos en la calle", consideran sus amigos y añaden que "todo el barrio está con él".
El propietario del bar residía en una vivienda situada encima del negocio y recibió "contundentes golpes" en la cabeza por parte de "cinco o seis personas", según su amiga, que ha señalado que durante ayer y hoy los agentes de la Policía están acudiendo al lugar de los hechos con las personas investigadas para reconstruir lo ocurrido.
El delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio, confirmó un día después del fallecimiento del hombre que hay una investigación abierta para esclarecer el "trágico" suceso.
Al día siguiente, el domingo, una de las personas que, presuntamente, participó en la paliza fue detenida y el juez la puso en libertad con cargos.