Estos son algunos de los datos más destacados que se desprenden del estudio sobre el impacto económico de la caza en Castilla-La Mancha que han realizado la consultora Deloitte y la Fundación Artemisan y que ha sido financiado por el Gobierno regional.
Durante la presentación de este estudio, hoy en Toledo, el consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, ha destacado que, desde inicios de la legislatura, el Gobierno regional se puso a la tarea de conocer qué representa la caza en la región, por considerar "imprescindibles" estos datos para poder legislar sobre la materia.
En este sentido ha recalcado que este estudio "nos va a ser muy útil" para enfocar el futuro del mundo rural y ha destacado que el dato más importante que aporta es la contribución de la caza al PIB regional, "porque detrás está la generación de empleo y riqueza".
También ha resaltado que los 23.550 puestos de trabajo (equivalentes a jornada completa) que la caza genera anualmente constituyen una cifra importante de empleo, que se suman a los beneficios sociales y medioambientales que reporta la actividad cinegética, como es el mantenimiento de la biodiversidad y el desarrollo de las zonas desfavorecidas.
En este sentido ha señalado que los 5.843 cotos de la región contribuyeron a la protección de especies protegidas como el lince ibérico, el águila imperial o la perdiz roja autóctona y ha destacado también el dato de que 3 de cada 4 cotos organizan actividades de sensibilización y concienciación para fomentar la caza sostenible.
En este mismo contexto, el presidente de la Fundación Artemisan, José Luis López, y su director y presidente de Aproca, Fernando Villanueva, han destacado la influencia positiva de la caza sobre la seguridad vial, la reducción de los daños agrícolas a través del control de las sobre-poblaciones depredadora y la conservación del medio natural.
Además han resaltado las oportunidades laborales que ofrece este sector, que, al ser "multisectorial", propicia también el desarrollo del turismo cinegético, de la industria de maquinaria, licencias, seguros, gestorías, guarnicionería o ferias de caza, lo que, según López, hace que el gasto de 604,3 millones de euros que los agentes cinegéticos realizaron en 2016 en la región se vea superado.
Por su parte, el presidente de la Federación Regional de Caza, Agustín Rabadán, ha agradecido la realización de este estudio que, según ha dicho, plasma con datos contrastados la importancia de la caza en Castilla-La Mancha, así como la importancia de la caza social ya que hay pueblos que viven de esta actividad y más de 600 cotos están gestionados por sociedades de cazadores.
Otros datos de interés que pone de relieve el estudio "Evaluación del impacto económico y social de la caza en Castilla-La Mancha" han sido aportados por la gerente de Estrategia y Operaciones de Deloitte, María Lambardi.
Lambardi ha resaltado que en 2016 Castilla-La Mancha expidió 106.406 licencias de caza y los propietarios y gestores cinegéticos invirtieron conjuntamente más de 52 millones de euros en acciones de gestión y conservación para la caza y fauna silvestre.
Asimismo ha resaltado que la caza generó 57 millones de euros de retornos fiscales para las arcas públicas en esta región y, dado que el presupuesto anual de gasto público destinado a la caza fue de 11,4 millones, por cada euro de este gasto se generaron 3,5 euros de recaudación, así como 52 euros de gasto realizado por el sector privado.