En Castilla-La Mancha, el PSOE sería el partido más votado con el 30 % de los votos, lo que le da ocho diputados, lo que supone uno menos que los obtenidos en las elecciones del 28 de abril.
El PP tendría el 27 % de los votos, lo que le da seis escaños, los mismos que consiguió hace seis meses, mientras que Vox pasaría a ser la tercer fuerza más votada, con el 24 % de los sufragios y seis escaños, cuatro más que el 28N.
Ciudadanos perdería los cuatro diputados que tenía y Unidas Podemos tampoco obtendría representación.
Por provincias, en Albacete el PSOE conseguiría dos diputados y uno el PP y otro Vox; en Ciudad Real el PP obtendría dos diputados, el PSOE otros dos y el quinto escaño sería para Vox; y en Cuenca, se repartirían los tres escaños entre el PSOE, el PP y Vox.
En Guadalajara, el PSOE, el PP y Vox obtendrían un escaño cada uno y, en Toledo, el PSOE obtendría dos diputados, otros dos el PP y dos Vox.