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Chantaje de las fuerzas minoritarias a los gobiernos sin mayorías

Por Marino Martínez
jueves 08 de marzo de 2018, 19:29h

Estamos cansados de ver como el chantaje al que someten partidos con pocos votos y mínima representación hacen a partidos que rozando la mayoría absoluta necesitan el apoyo de esas fuerzas minoritarias.

Olvidan estos últimos que no pueden salirse con la suya, que no vale imponer sus ideas y sus manías. Yo diría que no se impone, se hace un chantaje en toda regla a partidos que tienen mayor representación, infinitamente mayor, porque tuvieron el respaldo de una gran parte del electorado.

Estamos viendo que esto se repite en instituciones autonómicas, provinciales y locales. Y ocurre en nuestra región y sus provincias y en todo el territorio nacional. Olvidan los partidos con mínima representación que sus imposiciones rozan lo intolerable y aquellos que ‘pasan por el aro’ no demuestran más que un afán infinito de aferrarse al poder y dejarse mangonear por impresentables de tres al cuarto. Sinvergüenzas de la política, insultadores profesionales, mentirosos de la vida, mierdas andantes que no hacen más que aprovechar sus cargos para ganar dinero y si de paso pueden beneficiar a sus familiares y amigos mucho mejor.

Verán que me permito toda esta serie de insultos y faltas de respeto porque no me he referido a nadie en concreto. Jamás lo haría si hablase en concreto de alguien, porque seguramente me llevarían a un juzgado donde no podría pagar. Pero eso sí, los políticos de la extrema izquierda esos sí tienen carta blanca para insultar y llamar sinvergüenza al presidente del gobierno o al mismo Rey. Ahí no pasada nada. Y luego hablan algunas personas de falta de libertad de expresión. Sí, es verdad, la libertad de expresión está muy mal vista para el que les dice cuatro verdades a algunos indocumentados.

Pero, volviendo al tema inicial, al del chantaje, unido al odio visceral por aquello que no les gusta, va a tener en breve un capítulo muy cerca de nosotros. Chantaje marcado por ese carácter dictatorial que tienen algunos/as por imponer sus ideas, creencias o intereses. De pena ellos y de pena los que aceptan el chantaje, que olvidan que los votaron para otra cosa.

Continuará….

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