Funcionarios de Instituciones Penitenciarias de la prisión provincial de Albacete con la colaboración de la Guardia Civil han evitado que un recluso, vecino de esta misma localidad, de 46 años de edad que disfrutaba de un permiso penitenciario introdujera droga en el centro que cumplía condena.
Dentro de la lucha integral contra la drogodependencia en Instituciones Penitenciarias y en el marco de las actuaciones contempladas en el Plan General de control de sustancias psicoactivas, para evitar la oferta en los Centros Penitenciarios, funcionarios de la prisión provincial de esta capital junto a efectivos de la Guardia Civil, llevaron a cabo la intervención de cierta cantidad de droga que un recluso pretendía introducir en la prisión.
Esta persona, que regresaba de disfrutar un permiso fue sometido, en uno de los filtros de acceso al recinto penitenciario, a un registro con el objetivo de controlar la introducción de drogas, participando en el mismo un perro adiestrado en la detección de drogas de la Benemérita.
Droga detectada por un can de la Guardia Civil
Fue Kiara, una perra destinada en el Servicio Cinológico de la Guardia Civil de Albacete y especialmente adiestrada en la detección de drogas, quien realizó un marcaje activo sobre el detenido, presumiendo que pudiera esconder algún tipo de sustancia estupefaciente.
Tras un registro superficial y posteriormente corporal el interno entregó tres bellotas de hachís que arrojaron un peso de 57 gramos, cuatro cilindros de marihuana prensada que contenían 21 gramos de dicha sustancia vegetal, así como un envoltorio de plástico con 1 gramo de cocaína, sustancias que ocultaba en una de sus cavidades corporales.
187 dosis intervenidas
Con los estupefacientes intervenidos se podrían haber obtenido 187 dosis, cuya introducción en el mercado ilícito se ha evitado con esta actuación.
Las diligencias instruidas por la Guardia Civil han sido puestas a disposición del Juzgado de Instrucción Nº DOS de Albacete, en funciones de guardia.