La mujer llevaba 6,13 gramos de hachís que los funcionarios descubrieron gracias a un perro del Servicio Cinológico , y que ahora pueden costarle una condena de un año de prisión y multa de 1.560 euros.
Así figura en el escrito de acusación de la Fiscalía, donde se recoge que hay otra persona acusada, un hombre de nacionalidad marroquí que había vendido la droga a la mujer con anterioridad, y parra él se solicita un año de cárcel y multa de 1.440 euros.
La Fiscalía relata que fue la tarde del 16 de febrero de 2015 cuando la acusada, Seyla L.S., fue registrada en un control para la detección de drogas, en una habitación “anterior a la habilitada para el vis a vis de los presos con sus allegados”.
La acusada “después de negar que portase sustancia alguna”, se sometió a la inspección de un perro del Servicio Cinológico, y “enseguida detectó el característico olor de la sustancia”.
La procesada fue entonces cacheada por una agente de la Guardia Civil que, “tras un registro superficial minucioso encontró una bellota de color marrón que contenía 6,13 gramos de una sustancia que resultó ser resina de cannabis”, con una riqueza del 14 % y valorada en 34,2 euros”.
La acusada tenía esa droga y la intentaba hacer llegar dentro de la prisión albacetense “para entregársela a su hermano, recluso en esta cárcel”, dice el fiscal, que añade que antes había comprado el cannabis al segundo acusado, Abdelillah R.
Con esa información, agentes policiales registraron dos días después en el municipio de Hellín el domicilio de Abdelillah R., y encontraron más de nueve gramos de resina de cannabis, por lo que también se pide para él la condena por el delito contra la salud pública.
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