A través de esa colaboración, la Fundación Biotyc ha dotado al Parque de la Pulgosa y al barrio de la Universidad de un equipo desfibrilador donado por una empresa de tecnología, mientras que los profesionales del Servicio de Cardiología están formando a las personas que podrán acceder al equipo, instalado en un lugar de fácil y rápido acceso, ha informado este domingo en una nota de prensa la Consejería de Sanidad.
Asimismo, ha indicado que las zonas cardioprotegidas son espacios que cuentan con equipos desfibriladores, personas adecuadamente formadas, y de otros elementos, en número y disposición adecuados como para poder garantizar una actuación rápida y eficiente cuando se producen paradas cardíacas repentinas, hasta la llegada de los servicios de emergencia.
Las zonas cardioprotegidas y los protocolos de cardioprotección nacen de la urgente necesidad que tiene la sociedad en asumir compromisos con impacto positivo en la calidad de la salud y de la vida misma, como consecuencia del desarrollo de las familias, las entidades y la población debido a la atención no oportuna en emergencias por paro cardíaco, ha añadido.
En este sentido, los profesionales del Servicio de Cardiología advierten que cada año los eventos de paro cardíaco "se cobran miles de vidas".
Solo en Albacete, cada año se producen cien muertes súbitas, por lo que iniciar rápidamente la reanimación cardiopulmonar (RCP) "puede multiplicar hasta por cuatro las posibilidades de sobrevivir a una parada cardiorrespiratoria", pero estas maniobras solo se aplican en un 10 por ciento de las paradas cardiorrespiratorias presenciadas por población general.
En este marco se está desarrollando este ambicioso proyecto, que abarca diferentes ámbitos de la reanimación cardiopulmonar, con la intención de abarcar a la mayor parte de la sociedad albacetense.
El proyecto se desarrolla por dos vías, por una parte realizando RCP poblacional (formación en reconocimiento precoz de la parada cardíaca y ayuda solo con las manos) y por otra con formación acreditada en RCP básica y uso del desfribrilador externo semiautomático (DESA), así como con la creación de zonas cardioprotegidas que dispongan del DESA y del personal correctamente formado.
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