Detenidas cuatro personas en Albacete por incumplir el toque de queda y agredir a los agentes

ya que agredieron a los Policías que se disponían a sancionarles por encontrarse en la vía pública incumpliendo el toque de queda.

El primero de los cuatro detenidos se encontraba en la calle Antonio Machado de esta ciudad sobre las 01:00 horas junto a otros dos individuos. Además de incumplir las limitaciones a la movilidad nocturna, ninguno de ellos portaba mascarilla.

Al ser requeridos por los Policías para que facilitasen su documentación y así poder tramitar la correspondiente sanción, uno de ellos se negó a mostrarla, intentado marcharse del lugar con la intención de evitar la multa.

Al tratar de huir se abalanzó sobre uno de los agentes, y golpeó a varios Policías, por lo que fue detenido.

Un par de horas después, la misma madrugada del día 1 de noviembre, los agentes localizaron a dos personas circulando a bordo de un ciclomotor por la calle Federico García Lorca. Al observar el vehículo policial, sus ocupantes intentaron darse a la fuga, ya que eran conocedores de que estaban incumpliendo el toque de queda, siendo interceptados en una calle adyacente.

Uno de ellos se encontraba indocumentado, por lo que indicó a los agentes que disponía de la documentación en su domicilio. Una vez en las proximidades de su vivienda, trató de huir, agrediendo a los agentes, al verse protegido por dos personas que se encontraban en el lugar.

Finalmente, la actuación se saldó con tres personas detenidas.

Utilizar la violencia para impedir la labor de la Policía es un delito Los Agentes de Policía Nacional seguirán velando por el cumplimiento de las medidas dispuestas por las Autoridades para intentar acabar con la pandemia provocada por el COVID-19, tal y como la obligación de llevar puesta la mascarilla, así como el cumplimiento de las restricciones a la movilidad, las cuales la gran mayoría de la sociedad cumple escrupulosamente.

El hecho de tratar de huir acometiendo a los agentes, como en el caso de los cuatro detenidos, supone la comisión de un delito que puede castigarse con penas de multa y prisión, consecuencias claramente más graves que la sanción administrativa que se trataría de evitar.