Si durante años el mercado inmobiliario había estado complicado, ha sido este 2020 el que ha hecho que salten por los aires cualquiera de las verdades absolutas que se asumían.
Desde que la tendencia ha pasado por un tipo de vivienda diferente en vista de las necesidades familiares, son muchos quienes han puesto a la venta sus inmuebles en busca de la oportunidad de mejorar en metros, espacios verdes que rodeen la zona de residencia e incluso poniendo como imprescindible el tener terraza.
Conseguir una oferta gratuita para la vivienda no siempre es sencillo ya que, en muchos casos, para ello, hay que esperar a que las agencias inmobiliarias no solo atraigan al interesado en visitas sino que consigan negociar con ellos un precio que se aproxime a lo que se solicita.
Sin embargo, hay una nueva vía para tener la valoración de vivienda en un periodo corto y agilizar todo el proceso de venta. Se trata de seguir los esquemas y forma de trabajo de una empresa que, tan solo en 2020, fue capaz de cerrar más de 1000 operaciones.
Casavo, con tan solo una visita, propone un precio que, de ser aceptado, es liquidado en tan solo una semana. Una opción de lo más rápida y ágil que sirve a unos para ser capaces de poder disponer del dinero para dar el salto a otra vivienda o simplemente venderla y, a ellos, para comenzar su proyecto de renovación y devolverla al mercado inmobiliario para que inversores y demás interesados puedan optar a ella.
Hay que asumir un parque inmobiliario tan grande como complicado. A la suma de las carteras bancarias, que han tirado por tierra precios, hay que sumar también los inmuebles que después del año pasado han salido a la venta por herencias, lo que hace que sea más importante que nunca dar el paso y adelantarse a la demanda.
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