En este sentido, la energía renovable se constituye como una gran alternativa para el ahorro. Esto es especialmente cierto en el caso de las instalaciones de autoconsumo y la energía solar.
Rendimiento de energético y autoconsumo eléctrico
En el último tiempo, el gasto en energía percibido por una familia promedio ha alcanzado cifras sin precedentes. En efecto, el precio de los combustibles y el consumo eléctrico representa un porcentaje significativo del presupuesto del hogar de una multitud de personas.
Esta situación ha movilizado a una multitud de sectores a desarrollar innovaciones para el aprovechamiento de las energías renovables.
En este sentido, uno de los puntos más interesantes de este nuevo fenómeno es aquel que hace referencia al autoconsumo eléctrico en el hogar. Se trata de un conjunto de soluciones tecnológicas dedicadas justamente al empleo de las energías renovables para autoabastecerse en el hogar.
Consiste en obtener energía de instalaciones descentralizadas de producción energética —generadores solares, eléctricos o de otro tipo— en las cercanías del punto de consumo y el hogar. Un ejemplo de este fenómeno es la cocina solar, un horno a base de energía solar que concentra los rayos del sol para cocer alimentos y que nos permite aprovechar la radiación solar para cocinar.
Este tipo de soluciones para el hogar son consideras como un salto en materia de consumo y abastecimiento eléctrico. La energía solar es una de las más populares, en cuanto mejora el rendimiento eléctrico y no requiere de una inversión de envergadura para la persona promedio:
Representa un ahorro significativo en el costo eléctrico.
Suponen un acceso autónomo y continuo a una fuente eléctrica sin intervenciones de terceros.
Reduce el impacto del hogar en la huella de carbono producida por la combustión de hidrocarburos.
Soluciones de autoconsumo eléctrico
Uno de los obstáculos más significativos a la hora de realizar una transición hacia un consumo energético responsable es la inversión requerida para efectivamente mejorar nuestros hábitos de consumo.
Hoy en día, si bien este ahorro no resulta notable en inversión inicial, si mejora notablemente el rendimiento a largo plazo: requiere de un mantenimiento muy bajo, por lo que se percibe una disminución muy importante en cuanto al gasto económico y unos ahorros interesantes en muchos otros sentidos.
Si consideramos nuevamente el ejemplo de la cocina solar, veremos que, mientras que producir una estufa u horno tradicional resulta entre 150 kg y 500 kg de CO2 a la atmósfera, una cocina solar parabólica estándar no alcanza siquiera la primera cifra (ronda los 140 kg).
Y si bien este tipo de cocina emplea más recursos en cuanto a materiales utilizados para su producción, estos son más durables y, por lo tanto, también es más larga la vida útil de los aparatos. De esta manera, el consumo final reduce el impacto ambiental y resulta menos costoso a largo plazo.
La conciencia ambiental respecto al consumo energético ha alcanzado a un número de personas sin precedente. Asimismo, el aumento en el precio de combustibles y servicio eléctrico ha creado una demanda muy alta de instalaciones de autoconsumo que permiten reducir el impacto ambiental y reducir el gasto económico dedicado a ello.
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