Según el escrito de la Fiscalía al que ha tenido acceso Europa Press, los hechos comenzaron en agosto de 2015 y perduraron hasta septiembre de 2018 cuando la acusada, M.R.P.C., se aprovechó de la avanzada edad de su tía, P.C.G., y de su precario estado de salud
En septiembre de 2018, P.C.G. falleció a los 94 años de edad y sin descendencia, con testamento abierto en su domicilio de Ciudad Real donde nombró herederos a partes iguales a sus sobrinos, entre los que se encuentra la acusada.
La fallecida era la única titular de tres cuentas bancarias en las que la acusada domicilió (sin consentimiento), recibos, retiró dinero en el cajero, realizó reintegros, disposiciones en efectivo, compras con diferentes tarjetas y transferencias a su favor por un total de 181.354 euros.
Por estos hechos, la Fiscalía pide 5 años de prisión y una multa de 11 meses a 12 euros por día así como la indemnización a los herederos con la cantidad estafada más el interés.