Así lo han confirmado a Europa Press fuentes de la Guardia Civil, que han detallado que este martes por la tarde se contabilizaban menos de 50 personas en el lugar y que hoy se han ido "a primera hora de la mañana" los cuatro turismos que todavía permanecían allí.
"Se ha disuelto por sus propios medios, no ha habido que desalojar, ni realizar intervención nuestra" salvo para garantizar que la marcha "se hiciese de manera ordenada y con medias de seguridad", han indicado las mismas fuentes.
No obstante, una vez que el problema de la fiesta "está resuelto", al tratarse de una situación que ha comprometido el orden público, habrá que comenzar "con el trámite administrativo de sanción --entre otros motivos por acampada ilegal-- a todos los participantes y organizadores --de distintas nacionalidades-- identificados", unos mediante sus vehículos y otros de forma personal.
Esas sanciones, según su gravedad, se propondrán tanto al Ayuntamiento como al Gobierno autonómico, han señalado las mismas fuentes, que han confirmado que hasta el último momento han estado coordinados tanto los efectivos de la Guardia Civil, como la Policía Local y emergencias.
La fiesta ilegal se detectó el pasado sábado y a lo largo del fin de semana se llegó a cifrar el pico de asistentes entre los 500 y 600, por lo que se procedió a coordinar los distintos servicios "para dar seguridad al lugar para evitar incidentes" en su desarrollo.
Ese mismo día, a las 22.30 horas, se activó el Plan Territorial de Emergencias "por un problema de orden público en las cercanías del paraje de Olula", que previsiblemente se desactive durante este miércoles al disolverse el evento, en el que únicamente hubo que actuar debido a una intoxicación etílica que se derivó al Hospital de Almansa.
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