El proyecto aprobado, con un coste estimado de 340.000 euros, supondrá según la portavoz del equipo de gobierno Rosa González de la Aleja, “una importante mejora tanto en estética como en el tránsito rodado y peatonal. Además esta actuación conecta con la calle San José de Calasanz, cuya remodelación se llevó a cabo con similares criterios de diseño en la fase 3 del proyecto de remodelación del centro urbano”.
Las obras incluirán la remodelación y mejora de pavimentación de calzada y aceras, redes de abastecimiento y saneamiento, y alumbrado público. El plazo de ejecución de los trabajos será de cuatro meses, una vez se adjudiquen las obras.
Se intervendrá sobre un total de 130 metros lineales de calle, incluida la intersección con Calderón de la Barca. Se va a aumentar la anchura de las dos aceras, con el fin de mejorar la accesibilidad a personas con movilidad reducida. Además se llevará a cabo la reposición de la pavimentación de aceras y zonas de estacionamiento, y el reasfaltado de la calzada, con rasante única.
También se mejorará la red de alumbrado público, cambiando las luminarias en fachada por farolas de siete metros de altura. Habrá nueva señalización horizontal y vertical, se renovará la red de canalizaciones semafóricas, y se plantará arbolado en toda la calle.
Los trabajos se realizarán bajo la premisa de minimizar la afección sobre transeúntes, vecinos y comercios, por lo que siempre deberá quedar garantizada la accesibilidad peatonal y nunca se actuará sobre las dos aceras de un mismo tramo, de forma que hasta que la acera de uno de los lados no quede totalmente ejecutada (con adoquín/granito colocado, remates realizados, etc.), no podrá comenzarse la demolición en la acera contraria. La accesibilidad para tráfico rodado deberá ser interrumpida sólo de forma puntual y para cuestiones que lo exijan por no existir alternativa.
Una vez finalizadas las obras, la calle será señalizada como de ‘Prioridad Peatonal’, quedando limitada la velocidad máxima del tráfico rodado a 20 km/h.
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