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Rubén Pinar y Diego Carretero brillan en el festival del Cotolengo
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Rubén Pinar y Diego Carretero brillan en el festival del Cotolengo

Por Emilio Sánchez
lunes 26 de mayo de 2025, 02:32h
El Festival en apoyo a El Cotolengo, inaugurado por Dámaso González hace 35 años, presentó destacados toreros como Rubén Pinar y Diego Carretero. Cada uno mostró su habilidad con los toros, recibiendo orejas por sus actuaciones. También se destacó el novillero Álvaro Castillo, quien dejó una buena impresión en su faena.

El Festival en apoyo a la institución El Cotolengo, que fue inaugurado hace 35 años por el matador de toros Damaso Gonzalez, presentó en este 2025 un cartel de toreros que deberían estar presentes en todas las ferias de España. Entre ellos se encontraban Rubén Pinar, Diego Carretero, Molina, Alejandro Peñaranda, Sergio Felipe y el novillero Alvaro Castillo. Cada uno de ellos demostró, con cada toro lidiado, el momento que están atravesando.

Un ejemplar de los Chopes, que se destacó por su gran juego y hermosa lámina, fue el quinto de la tarde, utilizado para Iniesta. Alejandro Peñaranda brindó un espectáculo notable en este buen momento que está viviendo. La faena de capa comenzó de rodillas, lo que levantó la emoción del público.

Diego Carretero, quien ha estado sin contratos durante dos temporadas, demostró su dedicación al ejecutar verónicas que no fueron del todo precisas, a pesar de la habilidad del toro de Albarreal. Con la franela, logró realizar tandas impresionantes, evidenciando su capacidad para enfrentarse a cualquier tipo de ganado. Aunque el toro de Albarreal le presentó desafíos, Carretero supo manejar la situación con experiencia, sin titubear en ningún momento durante las tandas, utilizando ambas manos.

Sin embargo, su primer intento con la espada no fue exitoso y resultó en una estocada un tanto caída. A pesar de esto, el público respondió entusiastamente, agitando numerosos pañuelos en señal de aprobación y logrando que le otorgaran una oreja.

Rubén Pinar, quien inauguró el festejo, demostró su habilidad al manejar con destreza la franela ante su oponente de Ojailen. Este toro, robusto y con carácter, llegó al final de la faena algo fatigado debido al exceso de romana, aunque mantuvo una calidad notable en sus embestidas. La experiencia de Rubén se hizo evidente a lo largo de su actuación, que culminó con una estocada certera, lo cual llevó a la presidenta a otorgarle las dos orejas.

Molina se presentó con el mejor toro de la tarde, un ejemplar de Daniel Ruiz, que representaba lo más destacado de la ganadería de Alcaraz. Con habilidad, Molina lo templó mediante pasajes por abajo, logrando que el toro embistiera al llevarlo correctamente. Los naturales que ejecutó fueron dignos de cartel y, con la muleta en la mano derecha, realizó una faena con empaque que provocó los oles desde el tendido.

Con una media estocada, logró que el buen toro de Daniel Ruiz doblara sin necesidad de puntilla tras recibir un aviso. Como resultado, el torero de Albacete tuvo el honor de pasear dos orejas como premio.

Sergio Felipe demostró una gran determinación frente al toro de Julio de la Puerta, que resultó ser el más desafiante de la tarde. Con el capote, se destacó en un buen pasaje de tandas. La faena fue muy concentrada con la franela, aunque el toro de La Puerta no colaboró. A pesar del peligro que representaba su oponente, el torero mostró una notable voluntad. Tras un pinchazo y una estocada, se le otorgó una oreja como reconocimiento a su coraje y esfuerzo.

Durante la faena con la muleta, el torero tuvo numerosos momentos destacados gracias a la colaboración de los Chopes, quienes aportaron adornos y manos bajas. La cercanía del torero reveló su comprensión hacia el enemigo. Si hubiera estado más acertado con el estoque, podría haber obtenido un premio mayor. Finalmente, se llevó una oreja tras un aviso.

Cerro celebró el triunfo del novillero de la Escuela Taurina de Albacete, Álvaro Castillo, quien se enfrentó a un novillo de Nazario Ibañez. Este buen ejemplar contribuyó al aprendizaje efectivo de la escuela albaceteña. El joven torero demostró mucho valor y buenas maneras, brindando su enemigo a su compañero Molina. Tras dejar su huella en el ruedo de la Chata, logró cortar una oreja.

Después del paseíllo, se entregó un ramo de flores a la esposa de Dámaso González, Feli Tarruella. En el centro del redondel de la Plaza, ella recibió el reconocimiento por parte de los asistentes al festejo, que logró cubrir un poco más del cuarto de aforo.

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