La Guardia Civil de Albacete confiscó 500 cajetillas de cigarrillos y 10 kilos de picadura de tabaco, eludiendo impuestos y controles sanitarios. Un residente de Santa Pola fue denunciado administrativamente. La intervención busca frenar el contrabando y proteger la legalidad en la venta de tabaco.
Agentes del Destacamento Fiscal y Fronteras de la Guardia Civil de Albacete han llevado a cabo una intervención en la que se han confiscado 500 cajetillas de cigarrillos, pertenecientes a diversas marcas comerciales, así como 10 kilos de picadura de tabaco. Esta acción se realizó debido a que los productos de tabaco habían eludido el pago de impuestos y evadido los controles sanitarios obligatorios.
El tabaco que fue intervenido ha sido almacenado en las instalaciones del Comisionado del Mercado de Tabacos, que forma parte de la Agencia Tributaria de Albacete, con el fin de ser destruido más adelante.
En un reciente operativo, la Guardia Civil de Albacete, cumpliendo con su labor de Resguardo Fiscal del Estado y supervisando la correcta aplicación de la normativa tributaria así como la regulación del mercado de tabacos, identificó a un conductor que transportaba en el maletero de su vehículo picadura de tabaco y cajetillas de cigarrillos. Estos productos no contaban con las precintas fiscales correspondientes, según ha comunicado la Benemérita en un comunicado de prensa.
Durante esta operación, se confiscaron 500 cajetillas de cigarrillos de diversas marcas comerciales, así como 10 kilos de picadura de tabaco. El valor total en el mercado podría haber llegado a los 5.000 euros.
La Guardia Civil ha presentado una denuncia administrativa al infractor, quien es un residente de la localidad alicantina de Santa Pola. Esta denuncia ha sido enviada a la Agencia Tributaria de Albacete, en cumplimiento de la Ley Orgánica 12/95 sobre Represión del Contrabando y la Ley 38/92 de Impuestos Especiales.
Gracias a esta actuación, se ha logrado impedir que los productos intervenidos alcanzaran al consumidor final sin adherirse a la normativa vigente, eludiendo así el pago de impuestos especiales y evadiendo los controles sanitarios necesarios.
Además, esta intervención ha frenado una actividad económica ilegal que representa un considerable daño para el sector de los estanqueros, quienes son los únicos autorizados para realizar de manera legal la venta de tabaco y sus derivados en expendedurías y puntos de venta autorizados.