Condenado a cuatro años de cárcel por amenazar a dos jóvenes con una navaja en Albacete y herir a uno de ellos

 amenazarlos a los dos con una navaja. El Juzgado de lo Penal número 2 de Albacete ha condenado a un hombre a cuatro años de prisión y a una indemnización de 9.262 euros al considerarlo culpable de dos delitos de lesiones.

El Juzgado de lo Penal número 2 de Albacete ha condenado a un hombre a cuatro años de prisión y a una indemnización de 9.262 euros al considerarlo culpable de dos delitos de lesiones. Según recoge la sentencia se ha considerado como hechos probados que el condenado, sobre las 5.00 horas del 4 de agosto de 2012, iba en un coche por Albacete. Vio a dos jóvenes que iban caminando y, tras amenazarlos desde el vehículo, paró el coche y se bajó, portando una navaja en la mano.

Primero se dirigió a uno de ellos, diciéndole que lo iba a matar, y comenzó a lanzarle navajadas que el joven consiguió esquivar. El acusado lo agarró y le propinó patadas en la cabeza y en la cara, hasta que el joven pudo soltarse de su agresor y huir del lugar. Después, el acusado se encaró con el otro joven, al que también le dijo que lo iba a matar, dándole un navajazo en el hombro y en el brazo izquierdo, así como en el brazo derecho, todo ello pese a que el joven salió corriendo.

 El ahora condenado no paró ahí y lo persiguió, lanzándole navajazos, y finalmente consiguió volver a alcanzarlo, en otra calle, donde le volvió a agredir, hasta que el joven se defendió y llegó la Policía. A consecuencia de la agresión sufrida, la primera víctima sufrió erosiones faciales, herida en la cara anterior del brazo derecho, una herida en el tercer dedo de la mano derecha y diversas contusiones, que precisaron asistencia facultativa, y de las que tardó en curar 10 días. El segundo agredido sufrió varias heridas incisas, causadas por la navaja, en hombro izquierdo y codo derecho, y lesiones en un dedo de la mano derecha. Precisó asistencia facultativa, tratamiento médico y una intervención quirúrgica. Tardó en curar 120 días, 30 de ellos impeditivos para sus ocupaciones habituales, y le han quedado como secuela una artrosis postraumática en la mano y diversas cicatrices.