Durante un tiempo prolongado, muchas universidades se han tomado para sí el compromiso de mostrar avances en lo relacionado a la utilización del vino como método de inhibición de diversos tipos de cáncer. Es de recordar que el cáncer, sin distinción de su clase, es la segunda causa de muerte en todo el hemisferio occidental, sólo por detrás de complicaciones asociadas con la diabetes.
El organismo cuenta con antioxidantes que previenen los efectos nocivos de las células cancerígenas. Pero, producto de los malos hábitos de vida y alimentación, la cantidad de células antioxidantes en el organismo no son suficientes, y cada día es más alta la cifra de personas que desarrollan algún tipo de padecimiento asociado al cáncer.
El vino tinto es una bebida rica en antioxidantes, con vitamina E y resveratrol como protagonistas. Esta bebida milenaria podría estar indicada para el tratamiento del cáncer. De cualquier modo, los beneficios se producen siempre y cuando se realicen actividades complementarias en el mismo sentido, y siempre que el consumo de vino sea moderado, a razón de una o dos copas diarias.
El cáncer más frecuente y silencioso
De cada 100 personas que mueren por cáncer en todo el mundo, 11 de ellas perecen por cáncer de colon. Esto le coloca como la causa de cáncer más frecuente en personas adultas, y la más difícil de tratar. Una dificultad que está asociada, a su vez, con la silenciosa forma de atacar que tiene y que a menudo podría confundirse con otras enfermedades como apendicitis o gastroenteritis.
Sin embargo, si todas las personas que mueren por cáncer de colon se clasificaran de acuerdo a su consumo de vino tinto, sólo un 1% de los consumidores habituales (una o dos copas diarias en promedio) acabaría falleciendo por este padecimiento. En cambio, un 13% de las personas que no consumen ningún tipo de vinos y padecen cáncer de colon morirían. Este muestreo estadístico, resultado de investigaciones de la Universidad de Nueva York, dan pie a las afirmaciones de que el poder antioxidante e inhibidor del vino tinto podría ser beneficioso para la lucha contra diversos tipos de cáncer.
¿Dónde se pueden conseguir vinos de calidad en España?
Comenzar a tomar vino no requiere de mayores cambios en la rutina, ni tampoco en el presupuesto. De hecho, en el portal Vinosofos es posible comprar cientos de tipos de vinos al mejor precio.
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La facilidad de comprar vinos online permite la planificación del consumo de esta bebida, de hecho, el mismo estudio concluye que el mayor número de muertes por cáncer de colon en consumidores de vino tinto (18%) se producía en personas que bebían con demasiada frecuencia, ya que nunca debe olvidarse de que el vino es una bebida alcohólica destilada, y debe consumirse con absoluta moderación.
El vino detiene la propagación del cáncer
En el año 2014, la doctora Lisa Tsiani, como miembro de un equipo investigador de universidades canadienses, experimentó con células vivas infectadas con cáncer. A estas células agregó vino tinto, sin ninguna separación de sus componentes químicos. Los resultados de este experimento in vitro arrojaron que el vino tinto logró detener la propagación del cáncer a las células sanas.
El experimento causó un interés mayoritario a nivel médico, aunque el método de aplicación utilizado fue directamente de la botella a células infectadas, algo que no es posible para las personas. Pero, gracias al estudio muchos laboratorios se han abocado al proyecto de realizar compuestos que puedan tener una aplicación directa del vino a las células infectadas. Aunque Tsiani basó su estudio en el cáncer de pulmón, el grupo de investigadores concluyó que el método presentaría una efectividad similar para otros tipos de cáncer.
Las personas con mayor riesgo de padecimiento
Hace poco más de un año, la revista Cancer Causes & Control se hacía eco de un estudio realizado por la Universidad de Harvard en asociación con entidades especializadas de Escandinavia. El estudio en cuestión concluía que las personas con mayor riesgo de contraer cáncer –de cualquier tipo- eran las que no consumían ningún tipo de vinos. En segundo lugar estaban las personas que fumaban o que consumían bebidas alcohólicas de otra variedad.
El estudio afirmaba que las personas que mostraron mayor resistencia al cáncer tenían como factor en común un patrón de consumo de vinos que iba desde 1 copa diaria como mínimo y 14 copas a la semana como máximo.
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