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El atracador de la oficina bancaria en Albacete reconoce los hechos y pide perdón

lunes 03 de julio de 2017, 15:25h

El hombre acusado de atracar una oficina de Bankia en Albacete, el pasado 2 de febrero, y fue detenido cuando salía de tomar un café de la churrería que hay próxima a la entidad bancaria, ha reconocido hoy los hechos y ha pedido disculpas,

 si bien se ha acogido a su derecho para no declarar.

Ángel Manuel V. M., que ha sido juzgado Penal 3 de Albacete, en juicio donde han comparecido tres empleados de Bankia, varios clientes que estaban en la oficina en el momento del suceso, los agentes que le detuvieron y el dueño de la churrería donde estuvo tras el atraco, ha indicado que "me ratifico en lo que ya dije al declarar, pido disculpas y reconozco los hechos pero no quiero declarar".

En el juicio ha comparecido la joven que se percató de que el acusado estaba apuntando con una pistola, que resultó ser simulada pero tenía "apariencia muy real" según han dicho todos los policías, quien ha explicado que al ver lo sucedido salió "poco a poco, caminando hacia atrás y viendo si me miraba" de la oficina.

Entonces llamó a la Policía Nacional y mientras hablaba con los agentes vio cómo el atracador salía, con una bolsa roja con el dinero -unos 700 euros- y se metía a un establecimiento cercano.

La joven vio a una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico y les paró para informarles de lo sucedido, si bien dudaba entre si había entrado a una tienda 24 horas o a la churrería.

Cuando llegaron los agentes de paisano de la Policía Nacional entraron a la churrería y se cruzaron con él, que salía, aunque llevaba "una chaqueta distinta a la que nos dijeron por la emisora, pero la Guardia Civil, por la bolsa roja, nos avisó que era él, le redujimos y llevaba la chaqueta que nos habían dicho debajo de la otra", ha explicado uno de los policías en el juicio.

El dueño de la churrería ha detallado que el atracador "me pidió un Belmonte y que llamara a un taxi, le dije que al taxi no lo llamábamos, se tomó su consumición y la pagó y se fue".

Ha reconocido que sí estaba "algo nervioso" pero que tampoco notó nada más extraño hasta que ya vio que lo detuvieron en la puerta del establecimiento.

El Ministerio Fiscal y el abogado de la acusación han pedido para el procesado cuatro años, tres meses y un día de cárcel y la abogada defensora diez meses y 15 días, pidiendo que se tenga en cuenta que estaba en tratamiento de desintoxicación y fue la abstinencia la que le llevó a cometer los hechos para disponer de dinero para consumir.

Al final se ha acordado suspenderle la prisión provisional hasta que haya sentencia firme, siempre que viva en el domicilio de su madre -que ha facilitado hoy- y acuda cada día a firmar al juzgado.

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