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Gran triunfo de Perera, buena imagen de Ginés Marín y cogida para Ferrera, en Albacete

Efe -Redacción
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jueves 14 de septiembre de 2017, 18:24h

El diestro Miguel Ángel Perera ha desorejado un toro de vuelta al ruedo de Santiago Domecq, y ha salido a hombros junto a Ginés Martín en la séptima de abono de Albacete, en la que Antonio Ferrera ha resultado herido por el segundo de su lote.

Ferrera se las vio en primer lugar con un toro bronco y difícil, de esos que se guardan todo dentro, nada franco para el toreo. El extremeño, que rehusó a poner los palos, le buscó las vueltas a base de oficio y buena técnica, y así logró algunos pasajes sobre la zurda de interesante composición. Pero fue insuficiente para llegar a los tendidos, más aún después de fallar a espadas.

El cuarto fue también un toro complicado por reservón y avieso. No se amilanó Ferrera, todo lo contrario, se la jugó a cara o cruz, resultando volteado, y herido en la cara posterior de la pierna izquierda, en las postrimerías de su esforzada y firme labor, la cual dio fin para, posteriormente, pasar por su propio pie a la enfermería.

El primero de Perera fue devuelto por inválido. Corrió turno el extremeño y echó el quinto por delante, un toro al que cuidaron mucho en los primeros tercios -apenas se le picó- lo que hizo que se viniera arriba en el último tercio. Y de qué manera. Desde a la apertura por la espalda hasta la estocada final el animal no cesó de embestir con codicia y por abajo.

La dimensión de Perera fue también excelente, con un primer tramo de faena muy bien compactado, con tandas por uno y otro pitón de muletazos largos, templados y de mano baja. Todo muy bien hilvanado. El final de obra en la distancia corta acabó por conquistar a unos tendidos totalmente rendidos.

Hubo petición de indulto para "Merecido", que no fue concedido. Perera se tiró arriba para dejar una gran estocada, de la que salió el toro sin puntilla. Cortó dos orejas, que paseó tras los honores póstumos de la vuelta al ruedo en el arrastre.

El quinto, en cambio, fue un toro deslucido, con el que Perera lo intentó pero sin poder sacar nada en claro.

Ginés Marín anduvo muy técnico y templado con su apagado primero, al que extrajo todo lo que tenía dentro en una labor bien acogida por los tendidos. En honor a la verdad hubo muletazos muy buenos sobre ambas manos, muy macizos. Cortó una oreja tras una estocada y un golpe de verduguillo.

Otra oreja más cortó del sexto, al que toreó con mucho reposo y elegancia por el pitón derecho.

Ficha

 Seis toros de Santiago Domecq, el quinto como sobrero al ser devuelto el segundo y correrse turno, bien presentados y de juego desigual. Destacó el segundo, de nombre "Merecido", número 74, negro mulato, de 523 kilos y nacido en marzo de 2013, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.

Antonio Ferrera, de sangre de toro y oro: pinchazo, media y descabello (silencio); y dos pinchazos, otro hondo, estocada y dos descabellos (ovación camino de la enfermería tras dos avisos).

Miguel Ángel Perera, de sangre de toro y oro: estocada fulminante (dos orejas tras aviso); y estocada sin puntilla (ovación).

Ginés Marín, de corinto y oro: estocada y descabello (oreja tras aviso); y estocada (oreja)

En cuadrillas, Javier Ambel y Guillermo Barbero han saludado tras banderillear al segundo, y Jesús Díez "Fini" y Manuel Izquierdo han hecho lo propio en el sexto.

En la enfermería ha sido intervenido Ferrera de cornada en cara posterior, tercio medio proximal del muslo izquierdo con orificio de entrada de cinco centímetros y trayectoria ascendente de 10 que afecta a músculos glúteo mayor, recto interno y semimembranoso. Pronóstico menos grave. Trasladado a la clínica Santa Cristina de Albacete. Firmado, el doctor Pascual González Masegosa".

La plaza ha registrado más de tres cuartos de entrada en tarde soleada y calurosa.

 

La mirada de Emilio Sánchez

La séptima de feria tuvo diferentes matices en el conjunto de la corrida. Un triunfador Miguel Ángel Perera. Un  torero que pasa por la enfermería, Antonio Ferrera con muchas agallas, tras pasaportar a "ralea", y un joven torero que viene a ser figura, eso sino lo es ya, Ginés  Marín, ellos con el picante que los toros de  Santiago Domecq, sacaron de chiqueros hizo que la tarde tuviera interés entre el público que cubría cerca de tres cuarto de plaza.

Antonio Ferrera, en su primero la labor con la muleta tuvo la expresividad que el extremeño da. Puso al público en su contra al no banderillear a "alabardero", su motivo tendría Ferrera para desistir de poner los palos. Ya con eso en contra parte de público no supo ver las  dificultades del  toro al no tener recorrido ni fijeza, con arreones. Con la espada no estuvo acertado silenciándose su labor.  En el cuarto sí puso banderillas demostrando ser el buen reiletero. La faena de muleta la basa por el pitón izquierdo  con buenos pasajes que no culminan. Ferrera traga las embestidas bruscas estando muy valiente y honrado, al jugársela, y así lo pago con sus sangre. Después de la cogida con la sangre saliéndole a borbotones, aguanto en el ruedo mermado de facultades hasta dar muerte al toro, con lento andar se fue por su pie a la enfermería.

La parte destacada de la tarde la puso Perera, con el que debía salir en 5º lugar pero se convirtió en 2º bis, tal vez como el refrán taurino dice "no hay 5º malo" este fue el bueno de la tarde.  Con el percal instrumento chicuelinas de manos bajas. Torero como lo hacen las figura con la muleta, sin molestar a "merecido", con largos derechazos, dando las ventajas al toro, luciéndolo en la distancia larga y en la corta. Con la izquierda naturales largos con limpieza enganchando por delante, para obligar a embestir el mejor toro de la tarde que se premia con la vuelta al ruedo, tras cortarle las dos orejas. El que era primer sobrero, fue menos claro que sus hermanos, pero Perera lo metió en partida a base de tragarle mucho. Perera torea firme y de verdad pudiéndole cuando el toro se quería ir a tablas. Estocada y fuerte ovación.

Y Ginés Marín que se presentaba en Albacete como matador de toros, de novillero estuvo en el año 2015, paso por la Chata como lo que viene demostrando en plazas de primera. Cuajo a sus dos toros con el capote muy variado,  muy bien a las verónicas y en las medias de remate. Su primero  "remendito" saco un peligro sordo tragándole  por ambos pitones. Como esta muy puesto, el de Jerez tras su variada faena le cortó una oreja. En su segundo comienza la faena  de franela por el pitón izquierdo. Lentos naturales dejándosela puesta, por eso demostró el jerezano que no existen las casualidades. Estuvo muy torero cuando al toro le falto chispa la puso él, pidiendo incluso que parase la música.  Tuvo Ginés  Marín un lote complicado, pero se plantó ante ellos  y al final saco series de mérito y los trofeos fueron de ley con gran  pureza. Oreja en cada uno de sus toros.

 

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